Los alrededores del Aeropuerto Internacional de Tocumen, una de las principales puertas de entrada al país, enfrentan una situación crítica: la proliferación de vertederos clandestinos. En terrenos baldíos y áreas cercanas al aeropuerto, montones de basura no solo afectan la salud y el medio ambiente de las comunidades vecinas, sino que también representan un grave riesgo para la seguridad de los vuelos, al atraer aves que pueden ocasionar accidentes.
El gerente general del Aeropuerto Internacional de Tocumen, José Ruiz, informó a La Prensa que, tras un reciente sobrevuelo sobre la zona, se identificaron 14 puntos de acumulación de desechos, de los cuales seis se consideran críticos.
Ruiz señaló que la situación ha empeorado con el tiempo, ya que en la pasada administración no se tomaron medidas sobre el tema, por lo que es fundamental adoptar acciones urgentes para prevenir accidentes que puedan comprometer las operaciones del aeropuerto.
Con el objetivo de abordar esta crisis, Ruiz ha convocado una reunión para el próximo 6 de enero, en la que participarán representantes de la Junta Comunal de Tocumen, la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), el Municipio de Panamá y la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon).
En este encuentro, se espera coordinar esfuerzos para la recolección de basura, promover la concienciación ciudadana y desarrollar acciones inmediatas que frenen el impacto de los vertederos clandestinos, los cuales afectan tanto al aeropuerto como a las comunidades circundantes.
El impacto de estos vertederos no se limita solo a la acumulación de desechos. Según un informe de Copa Airlines, la combinación de la proliferación de vertederos y la migración de aves que se alimentan de los desechos representa una amenaza real para la seguridad de los vuelos. Las aves, atraídas por la basura, se acercan peligrosamente a las aeronaves, aumentando el riesgo de colisiones, una preocupación que las autoridades no pueden pasar por alto.
De hecho, el pasado 27 de diciembre, un avión 737 MAX 9 de la aerolínea Copa Airlines, que cubría la ruta entre la ciudad de Panamá y Los Ángeles (vuelo CM472), sufrió un impacto de ave (gallinazo) al momento de su despegue. A pesar de que el choque ocasionó daños menores en la aeronave, el aparato quedó fuera de servicio y el vuelo experimentó un retraso de siete horas. Afortunadamente, tanto los pasajeros como la tripulación salieron ilesos, y el aeropuerto informó que se les asignó otra aeronave para continuar su viaje.
El gobierno panameño ya está tomando medidas para abordar este problema. Además del sobrevuelo, en el que se tomaron fotos de los vertederos, las autoridades están evaluando las condiciones de los terrenos y considerando posibles soluciones. “Estamos llevando a cabo estudios sobre la titularidad de las tierras y explorando opciones para reducir el impacto de las aves en la aviación”, explicó Ruiz. Sin embargo, resolver esta problemática no será fácil, ya que requiere una solución integral que involucre tanto a las autoridades locales como a la ciudadanía.
Por otro lado, al cierre de esta nota, no se obtuvo respuesta de la AAUD sobre las acciones específicas que están llevando a cabo en las áreas cercanas al aeropuerto.
Este problema es considerado por las autoridades como uno de los más graves, ya que los impactos de aves con las aeronaves ponen en riesgo la vida de los pasajeros que transitan por el hub aéreo.