El reloj avanza, pero las aulas siguen vacías. Han pasado 25 días hábiles sin clases, más de un mes de paro docente que, pese al llamado de la ministra de Educación, Lucy Molinar, sigue tan firme como el primer día.
Ayer por la mañana, el país recibió una confirmación dolorosa: el regreso a clases, convocado para el 26 de mayo por el Ministerio de Educación (Meduca), fue ignorado por la mayoría del cuerpo docente.
Lo que debía haber sido una jornada de reencuentro entre estudiantes y maestros terminó siendo otra fecha perdida en el calendario escolar. Autoridades y docentes enfrentados, y el sistema, fracturado.
“Algunos docentes han retomado sus funciones, pero muchos otros se mantienen en huelga”, admitió Aldo Bazán, representante de los padres de familia en Panamá Centro.
“Esto no se arregla con un comunicado. Se necesita un diálogo real, una negociación concreta. No se puede seguir sacrificando la educación de nuestros hijos”, enfatizó.
La ministra de Educación insistió en que el sistema “se está normalizando poco a poco”. Sin embargo, la percepción en las calles, escuelas y comunidades es muy distinta. El desconcierto reina.
“¿Por qué debería haber represalias? Lo que necesita el país es que los niños estén en el aula”, declaró Molinar en Telemetro Reporta. Pero sus palabras contrastan con lo que organizaciones independientes observan sobre el terreno.

Yair Velásquez, de Jóvenes Unidos por la Educación, es tajante: “No se puede hablar de normalización mientras los gremios docentes insistan en no volver y no exista un monitoreo real del estado de las escuelas”.
El joven activista va más allá: denuncia inacción y falta de innovación por parte del Meduca. “A más de un mes del paro, no se ha implementado ninguna alternativa educativa. ¿Dónde están las clases por radio, televisión o módulos impresos? Están en los protocolos, pero no en la práctica”.
Subrayó que Panamá cuenta con más de 3,100 centros escolares. Nadie, ni siquiera el Meduca, puede decir con certeza cuántos están funcionando hoy. No hay un sistema público, transparente y confiable de monitoreo.
Velásquez también pone el dedo sobre una vieja herida: la supervisión escolar. “Los supervisores deberían estar visitando las escuelas todos los días para constatar la docencia. Pero eso nunca se ha hecho de manera sistemática. Hoy más que nunca, es urgente”, manifestó.
Y lanza una propuesta directa: que la información sobre asistencia y funcionamiento escolar sea recopilada por un ente externo al Meduca, para evitar la manipulación o el maquillaje de cifras.
Más allá de cifras, comunicados e entrevistas, lo que está en juego es el futuro de una generación. Y hoy, con cada día que pasa, se vuelve más incierto. Lo que debiera ser sagrado —la educación de los niños y jóvenes— ha sido arrastrado al centro de un conflicto político, social y sindical, subrayó.
Mientras las autoridades y gremios se lanzan acusaciones mutuas, los estudiantes siguen atrapados en el fuego cruzado.
Al final de la tarde de ayer, el Meduca, a través de un comunicado, expresó su más sincero agradecimiento a todos los educadores que se reincorporaron a sus labores este lunes 26 de mayo. Su retorno a las aulas garantiza la continuidad y fortalecimiento del proceso educativo en el sistema oficial.
Ante comentarios malintencionados que circulan en distintas plataformas digitales, consideramos necesario aclarar que “Meduca no ha destituido a ningún docente”. Hacemos un llamado a la comunidad educativa a no dejarse influir por rumores infundados que solo generan incertidumbre y desinformación.
Invitamos a toda la comunidad escolar, docentes y padres de familia, a retomar con responsabilidad y compromiso el calendario lectivo 2025. Cada día de clases es una oportunidad invaluable para el aprendizaje y el desarrollo integral de nuestros alumnos.