Opinión

Nuevas fronteras comerciales: oportunidades y desafíos en la era de los aranceles

La reciente decisión del presidente Donald Trump de incrementar unilateralmente los aranceles sobre productos importados de países como Canadá, China y México ha generado una gran agitación en el comercio internacional. En un mundo globalizado, medidas de este tipo no solo han aumentado las tensiones diplomáticas, sino que también han abierto nuevas puertas para otras regiones y países, especialmente para la Unión Europea, Brasil, las naciones del Mercosur y países de Centroamérica.

Un cambio en el mapa comercial

Históricamente, naciones como Canadá y China han jugado un papel fundamental en la cadena de suministro global. Cuando se imponen aranceles, los productos de estos países se vuelven más costosos tanto para los consumidores como para las empresas estadounidenses. Esto resulta en la necesidad de revisar estrategias comerciales, donde las empresas buscan opciones más asequibles y, por lo tanto, modifican sus fuentes de importación. En este contexto, naciones que antes competían en un entorno comercial dominado por Estados Unidos pueden encontrar una oportunidad única para aumentar su presencia en mercados que meses atrás parecían imposibles de alcanzar.

Oportunidades para la Unión Europea y América Latina

Los países de la Unión Europea, así como aquellos de América Latina que forman parte del Mercosur y otros tratados comerciales, deben considerar varias estrategias para aprovechar esta situación. Una de las recomendaciones clave es establecer acuerdos comerciales que faciliten el acceso a nuevos mercados. La colaboración entre los países miembros del Mercosur será determinante para crear una oferta comercial más robusta y competitiva frente a las exportaciones estadounidenses.

Fortalecimiento de acuerdos comerciales

La creación de acuerdos comerciales no solo mejora el acceso a mercados internacionales, sino que también establece un marco de confianza y cooperación entre naciones. Por ejemplo, los países Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay pueden unirse para presentar un frente unido en las negociaciones con otros países interesados en diversificar sus importaciones; aquí puede unirse Panamá como nuevo estado asociado de Mercosur. De esta manera, un bloque más cohesionado puede ofrecer ventajas competitivas que cada nación por separado tal vez no podría alcanzar.

Inversión en innovación y diversificación

Además de establecer acuerdos, es crucial invertir en la diversificación de productos y sectores. Aunque no se puede subestimar la importancia de las industrias tradicionales, como la agricultura y la manufactura ligera, es fundamental fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico. Las empresas de Brasil y otros países latinoamericanos deben ser alentadas a adoptar nuevas tecnologías que mejoren la calidad de sus productos y reduzcan los costos de producción.

Promoción de sectores emergentes

Fomentar sectores emergentes, como la biotecnología, la economía verde y los servicios digitales, puede abrir nuevas posibilidades para diversificar las exportaciones. Esto no solo hará que las economías sean más resistentes ante los cambios en el comercio global, sino que también posicionará a estos países como competidores serios en industrias que están cobrando relevancia a nivel mundial.

Infraestructura logística y transporte

Un aspecto que frecuentemente se subestima es la necesidad de contar con una infraestructura logística eficiente. Invertir en puertos, aeropuertos y sistemas de transporte terrestre es vital para facilitar el comercio regional y con nuevos mercados. Una logística bien estructurada no solo reduce costos y tiempos, sino que también mejora la competitividad de los productos en el extranjero. Es esencial que los gobiernos de los países involucrados reconozcan esta necesidad y tomen acciones adecuadas. En este campo, Panamá juega un rol importante por su posición geográfica, puertos en el Atlántico y Pacífico con solo 80 kilómetros de distancia y la combinación de poder mover carga aérea y marítima de manera eficaz en términos de tiempo. Urge la creación del corredor logístico para ser más competitivo de lo que es el país hoy.

Cooperación internacional

El compromiso con la cooperación internacional es otro aspecto crucial. Formar alianzas estratégicas con países en Asia, África y el Medio Oriente puede ofrecer nuevas rutas comerciales menos dependientes de una única nación, ayudando así a diversificar los mercados y mitigar riesgos. Las misiones comerciales y la promoción de productos en ferias internacionales son herramientas efectivas para dar a conocer los productos de estas naciones y encontrar nuevos aliados comerciales.

Conclusión: acción estratégica

En resumen, aunque la política arancelaria de Trump sin duda complica las relaciones comerciales internacionales, también presenta numerosas oportunidades para las regiones de América Latina y Europa. El reto consiste en actuar con visión y estrategia, aprovechando las capacidades locales y promoviendo un comercio más inclusivo y diversificado.

El camino hacia una mayor integración comercial y desarrollo económico no está libre de obstáculos, pero con un enfoque colaborativo y proactivo, los países afectados pueden transformar esta nueva realidad en un motor de desarrollo sostenible. Solo a través de la cooperación, la innovación y la inversión en infraestructura se podrá abordar con éxito esta problemática y convertirla en una oportunidad histórica para el crecimiento y la prosperidad.

El autor es Country Managing Partner – EY