Opinión

El Canal de Panamá en el mundo multipolar

Omitir que el mundo se dirige a un Mundo Multipolar, es omitir por completo la dinámica que adquiere el Canal de Panamá en la geopolítica mundial. Pero se preguntarán ustedes, ¿Qué es un mundo multipolar? Acá les va una breve explicación pragmática de lo que es. Después de la Segunda Guerra Mundial se empezó a configurar un mundo donde existen dos superpotencias a nivel mundial; la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y Estados Unidos. Estas potencias están en un roce, en lucha constante por el dominio de territorio, mano de obra, recursos naturales y energéticos, etc. todo lo necesario para que un Estado-Nación sobreviva. Tendríamos que entender entonces que los Estados-Nación, según postulados geopolíticos básicos, son organismos vivos. Estos tienden a buscar los mecanismos para sobrevivir.

En esta lucha por la sobrevivencia, las potencias mundiales hicieron del mundo su campo de batalla. Al final de esta fuerte lucha que se expresó desde la división de Corea del Norte y Corea del Sur, los movimientos revolucionarios en Nicaragua y Cuba, los golpes de Estado en países de Sudamérica y muchas intervenciones militares alrededor del mundo, esta lucha la ganó el bando de Estados Unido que se expresó concretamente con la desintegración de la URSS. Con Estados Unidos como vencedor se posicionó todo lo que es la cultura norteamericana en el mundo. Se pasó de un mundo bipolar donde dominaba Estados Unidos y URSS a un mundo unipolar donde Estados Unidos era él que tenía más influencia en el mundo.

Ahora bien con el auge económico Chino, el Milagro Chino y la caída del Muro de Berlín más las crisis económicas de Estados Unidos, su pérdida de dinamismo. Aunado a otros factores como el crecimiento económico de otros países orientales. El mundo multipolar empezó a nacer. La multipolaridad quiere decir múltiples polos de poder. Actualmente el mundo tiene múltiples polos de poder bastante definidos, cada uno definido por características específicas pero comparten un criterio básico que es construir una civilización. El experto en relaciones internacionales chino, el Dr. Zhang Weiwei los acuñó con el concepto de Estado-Civilización. Estos múltiples polos de poder lograron unirse de una forma definida con la iniciativa de los BRICS en el 2010, conformado inicialmente por los Estados de Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, estos representan con algunos matices una civilización. Luego con la unión de otros países como Irán, Egipto, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía en el 2024 se configuraron los BRICS+ y también se busca desarrollar otras civilizaciones. Estos múltiples polos de poder, estos Estados-Civilización luchan constantemente por el orden mundial, pero sus intenciones de dominio, el por qué de su acción es diferente. Algunos buscan una paz y prosperidad mundial por medio del desarrollo económico y sanas relaciones diplomáticas, otros buscan dominar países e incluso civilizaciones por la mera intimidación y la fuerza militar para su sobrevivencia, otros hacen sanciones económicas y movimientos de diplomacia para fomentar sus intereses, etc. Los métodos son variados, pero el fin es el mismo, el control para construir algo nuevo o mantener lo existente. El mundo nuevamente se convirtió en un campo de batalla (si es que alguna vez lo ha dejado de ser) pero ahora los actores han cambiado, por un lado están los que quieren preservar el momento unipolar dirigido por EEUU y otros que quieren luchar por el Mundo Multipolar con sus principales representantes los BRICS+.

Y en este preciso momento se sitúa nuestra Panamá.

El Canal de Panamá es parte de este conflicto, quiéralo o no por su importancia en la economía mundial. Nuestro Canal es un bien muy codiciado por las potencias mundiales. Por un lado está la potencia mundial de Estados Unidos anhelando lo que era controlado por ellos. Pero gracias a los panameños se ha potenciado su desarrollo, ha adquirido neutralidad. El Canal de Panamá como todos sabemos es el puente del mundo, pieza clave de la economía mundial. El tráfico del comercio en el Canal y la Panamá misma se engranan con dos proyectos en específico que tienen dos potencias mundiales, por un lado la de Estados unidos con la Doctrina Monroe y por otro lado con el proyecto Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China. La Doctrina Monroe debido a su naturaleza geopolítica, es buscar “América para los americanos”, es un proyecto que tiene un carácter excluyente. Por otro lado la BRI o más conocida como la Ruta de la Seda, tiene una connotación más de desarrollo económico estratégico, en una relación de ganar-ganar.

Con la excusa de que los chinos controlaban el Canal de Panamá, Estados Unidos logró dejar a Panamá fuera de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Al final el proyecto de la Doctrina Monroe se superpuso sobre el otro proyecto Chino. Desde mi punto de vista esta fue la gran jugada geopolítica que hicieron los Estados Unidos para debilitar el desarrollo de la multipolaridad. Estados Unidos quiere seguir manteniendo el control, su antiguo y actual estatus, como potencia mundial. Ese orden unipolar que está amenazado por el mundo multipolar. Panamá es un actor clave en este entramado no solo por su Canal, que claro está es de mucha importancia en la economía mundial, sino también por todo lo que puede aportar un país en un proyecto económico con otro país.

Ahora viene otra pregunta, ¿qué tiene que hacer Panamá? Con la salida de Panamá de la Ruta de la Seda, Panamá debe buscar otros mecanismos para fortalecer y mantener sus relaciones comerciales con China, pero por otro lado también mantener una relación sólida con Estados Unidos. De esto hay un precedente muy claro en relaciones militares, económicas y diplomáticas como lo es la India. India y China tienen conflictos por sus fronteras pero a la vez son parte de los BRICS+ y la India también tiene tratados militares con Estados Unidos, a pesar que Estados Unidos y China tienen un enfrentamiento muy fuerte. India con ambos países ha podido mantener una excelente relación y siempre por el bien y la seguridad de la India. Es momento de que Panamá busque lo mismo. Es momento de que Panamá busque su propio proyecto de desarrollo, ya que lo necesitamos para alcanzar el esplendor que merecemos como país.

El autor es filósofo, jurista y analista.