Un procedimiento cotidiano en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, el manejo de etiquetas y maletas de pasajeros, se convirtió en la pieza vital para desarticular una red que movía droga hacia Europa. Las autoridades a cargo del caso explicaron este miércoles cómo operaba ese engranaje que combinaba rutas marítimas, mochileros, tumbes y un grupo infiltrado dentro de la principal terminal aérea de Panamá.
En una conferencia de prensa, encabezada por el director de la Policía Nacional, Jaime Fernández, y el fiscal de Drogas, Julio Villarreal, se detalló el alcance de dos investigaciones paralelas: las operaciones Colibrí y Eros, ejecutadas en Panamá Este, Don Bosco, Pacora y Veraguas.

Ambas acciones revelan que el narcotráfico local sigue perfeccionando sus métodos y diversificando sus rutas para abastecer mercados de Europa y Estados Unidos.
Las dos operaciones
Fernández abrió la rueda de prensa destacando que se trataba de un esfuerzo coordinado con meses, e incluso años, de investigación.
“Fueron dos operativos desarrollados en distintas zonas del país y ambos resultaron exitosos”, afirmó.
#OperaciónEros | Tras 22 meses de investigación junto a el Ministerio Público, realizamos más de 50 allanamientos en Panamá, Panamá Oeste y Veraguas, desarticulando un grupo criminal transnacional dedicado al tráfico internacional de droga. 🚔 #PlanFirmeza pic.twitter.com/7G9k04XqxJ
— Policía Nacional (@policiadepanama) November 12, 2025
Operación Colibrí
En la operación Colibrí, se capturaron 15 personas en 16 allanamientos en Don Bosco y Pacora, al este de la capital. Nueve de los detenidos residen en estos dos corregimientos.
En Don Bosco ocurrieron tres asesinatos en la última semana. El director de la Policía dijo que estos hechos estarían vinculados a guerras entre pandillas producto de este operativo.
Operación Eros
Con la operación Eros fueron capturados 44 sujetos; en la jerga técnica legal se les dice “aprehendidos”. Para ello se ejecutaron 56 allanamientos producto de una investigación que tomó dos años y dos meses. En esta maniobra se incautaron más de $39 mil, 10 armas, prendas de alto valor, municiones y equipo tecnológico.

Uno de los detenidos utilizaba la identidad de su hermano para evadir a la justicia y mantenía una condena previa a 18 años de prisión.
En total, las autoridades emitieron 67 órdenes de aprehensión. Todos los capturados hasta el momento (59) son panameños. Están tras la pista de más personas.

Las cuatro modalidades criminales que operaban a la vez
El fiscal Villarreal desglosó la arquitectura del grupo, que funcionaba en células independientes pero conectadas por un mismo fin: mover droga proveniente de Colombia, para luego ser enviada hasta mercados internacionales.
“Es muy probable que existan elementos en común en estos grupos; sin embargo, no necesariamente tienen que tener una conexión entre todo”, aclaró. Entonces, detalló su métodos de trabajo:
1. Ingreso por la ruta del Pacífico: Una célula introducía droga desde el Pacífico colombiano hacia las costas panameñas.
2. Entrada por el Caribe mediante Guna Yala: Otra parte del grupo utilizaba el mar Caribe, específicamente la comarca de Guna Yala, como punto de entrada. Desde allí movían la sustancia con mochileros.
En el mundo del narcotráfico, el rol de los mochileros tiene una antigua y larga historia. Los primeros en poner en práctica este eslabón de la cadena del crimen fueron grupos delictivos de Bolivia y Perú en la década de 1990. Más adelante, grupos colombianos imitaron la técnica para transportar la sustancia a Panamá a través de distintas rutas.
3. Tumbe y despojo violento: Un tercer sector se encargaba del tumbe de cargamentos pertenecientes a otras organizaciones.
4. La infiltración en Tocumen: maletas alteradas con destino a Europa. La modalidad más sensible para el Estado operaba dentro del principal aeropuerto del país.
Allí participaron 25 trabajadores de Tocumen: 15 seguían laborando hasta esta semana. Mientras que 10 habían sido despedidos, pero mantenían vínculos con la red.
La maniobra ocurría en el punto exacto donde el pasajero entregaba su equipaje para abordar.
El fiscal Villarreal lo explicó así: “Esto ocurría cuando el pasajero solicitaba su maleta para ser embarcada en el avión. En ese momento, los colaboradores del aeropuerto arrancaban la colilla y se la ubicaban a una maleta que tenía la droga y finalmente la mandaban a Europa”.

Los gobiernos de España y Francia, en efecto, confirmaron la llegada de maletas con cocaínas a sus terminales aéreas. Dos valijas llegaron a España y otra a Francia.
El fiscal añadió que estas estructuras suelen dividir tareas. “Parte de la organización se dedica al ingreso, otra al traslado, otra a la custodia y otra a marcar la sustancia. Probablemente todos no se conozcan, pero siempre hay un hilo conductor entre ellos”.

Conexiones internacionales: Colombia, México, España y Francia
La droga no solo salía hacia Europa. Parte del cargamento tenía como destino Estados Unidos, lo que, según Villarreal, sugiere algún grado de participación de carteles mexicanos en la cadena logística.
Consultado sobre los vínculos de grupos internacionales, el fiscal explicó: “Panamá no es productor de droga. Siempre tiene que haber conexión con los lugares de producción, y por lo general son países del sur”.
Lo que sigue
La Fiscalía busca imputar cargos por conspiración y tráfico internacional de drogas contra los integrantes de la red. Por el nivel de infiltración, la multiplicidad de rutas y los cruces con homicidios recientes, el caso apunta a uno de los golpes más amplios contra el narcotráfico en 2025.


