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Una escuela teatral

Este 15 de julio, el colectivo El Desván, integrado por estudiantes de la Universidad Santa María La Antigua (USMA), cumple 41 años de hacer teatro, todo un hito dentro de la historia escénica nacional.

teatro “Un diablo rojo en apuros” (2023), del dramaturgo panameño Renán Fernández. Cortesía/USMA (DCI USMA/ALMA RIVERA)

Desde el 15 de julio de 1983 hasta el presente, el grupo teatral El Desván ha sido el responsable de más de 100 montajes, tanto de autores nacionales como internacionales, y se ha presentado igual en la ciudad capital como en otras provincias del país. Sin olvidar que en 41 años de existencia se ha convertido en la escuela escénica de más de 400 estudiantes de distintas carreras de la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA).

“El Desván es el único grupo teatral con solidez, historia y trayectoria que se ha mantenido vigente. Todos los demás grupos teatrales de otras universidades no han logrado mantenerse. Nunca hemos dejado de estar activos, incluso en los tiempos de pandemia hicimos teatro por zoom y programas humorísticos virtuales”, destaca el profesor Félix Gómez, su director desde el 2016.

Félix Gómez incrementó la producción de El Desván a 3 espectáculos anuales (antes se hacían 2). “Incluso en el 2023 produjimos 4 obras para celebrar los 40 años del grupo: Voces que matan, Judas, Bodas de sangre y Un diablo rojo en apuros, más la producción de un video musical con la canción El Desván, centro de arte y amor”, compuesta, letra y música por el desvanista Luis Bravo. Esto me ha permitido dirigir a más de 250 estudiantes en más de 25 obras, entre dramas, comedias, musicales, como también en una gran variedad de sketches, poemas, videos, lecturas dramatizadas y hasta espectáculos artísticos especiales”.

Su labor como director le ha permitido la oportunidad de aconsejar y ver crecer en las tablas a los jóvenes como si fueran sus propios hijos. “Me emociono cada vez que los veo felices actuando y cómo vencen sus miedos, nervios y temores, resolviendo cualquier problema que se les presenta en el escenario y sacando adelante el espectáculo en gran plan. Me emociona verlos contentos cuando el público los aplaude y elogia con hermosas frases su trabajo”.

teatro “Bodas de sangre” (2023), del dramaturgo español Federico García Lorca. Cortesía/ USMA (DCI USMA/ALMA RIVERA)

Experiencia única

Hay una gran diferencia entre ser intérprete y ser director. “Cuando eres actor trabajas en grupo, pero tu responsabilidad es una: ofrecer tu mejor actuación. Cuando eres director, te preocupas por los actores y el equipo técnico. Tu responsabilidad es mayor porque debes incentivar cada cuatrimestre a nuevos estudiantes a incorporarse al grupo, ya que cada año varios estudiantes se gradúan y el grupo no puede quedarse sin miembros”, anota Félix Gómez, quien estuvo como actor en 6 obras con El Desván entre 1986 y 1988, tiempo en que se formaba en la carrera de Comunicación Social de la USMA.

“El teatro es un valioso medio de comunicación para enseñar, informar, persuadir y enviar mensajes positivos al público de una manera amena. Cuando era estudiante El Desván me hizo sentir orgulloso de mí mismo y a sentirme valioso como artista”, explica Félix Gómez. Por lo que está convencido que El Desván es una experiencia que le cambia la vida a sus participantes, “ya que los ayuda en su desarrollo personal, profesional y espiritual, ofreciéndoles una mayor formación integral académica y artística”.

Un ejemplo. José Carlos Camarena estudia hoy en día Derecho en la USMA y está en el colectivo desde agosto de 2019. Tiene en su curriculum vitae 10 montajes. “El Desván representa mi segunda casa, siempre ha sido un lugar donde puedo desafiarme. Ha sido una herramienta para trabajar todas mis frustraciones y ventilarlas de una forma positiva a través de la actuación”.

En tanto, Niurkys Chen está en la carrera de Arquitectura Estructural, pertenece a las filas de El Desván desde el 2022 y ha formado parte del elenco de 8 obras. “Cada ensayo se convierte en una fuente inagotable de diversión y aprendizaje. Lo que hace único al Desván no es solo la oportunidad de actuar y desarrollar nuestras habilidades artísticas, sino también el sentido de comunidad y apoyo incondicional que todos compartimos. Cada miembro aporta algo único y juntos creamos un ambiente en el que podemos expresarnos libremente y explorar nuestra creatividad”.

teatro “Voces que matan” (2023), adaptación libre de la obra “Bang, Bang, te maté”, de William Mastrosimone. Cortesía/USMA (DCI USMA/ALMA RIVERA)

Ejemplos profesionales

“El Desván fue el punto de partida de mi carrera como actor. Me ayudó a vencer mi timidez, a elevar mi autoestima, a perder el miedo a hablar frente al público, a controlar los nervios, a improvisar, a ganar dominio escénico, a proyectar mi voz, a mejorar mi expresión oral y corporal, a mejor la memoria y la concentración”, comenta Félix Gómez al recordar sus inicios estudiantiles en la interpretación.

Gómez resalta que una gran cantidad de egresados de este colectivo son en la actualidad profesionales que trabajan en el teatro comercial de Panamá como actores, actrices, directores, diseñadores de maquillaje, luces y sonido, así como dramaturgos y propietarios de salas de teatro.

Una muestra. Idania Ceville ingresó al grupo en 1996, cuando estudiaba Administración Secretarial y de Oficinas en la USMA y participó en 15 montajes. Opina que El Desván fue de utilidad para convertirse en la actriz profesional que es en la actualidad. “No sólo implicaba aprenderse un libreto, también implicaba cumplir con el horario de ensayos, llegar a tiempo, seguir instrucciones, y el respeto tanto a tus compañeros, como a esta profesión, algo que fue muy inculcado por mi mentor, el profesor Eugenio Fernández (el primer director de El Desván)”.

Mientras que el actor Luis Gustavo Macías entró a esta familia escénica en 1990, cuando aprendía los arcanos de la Mercadotecnia en la USMA y estuvo en 12 puestas en escena. “En El Desván se aprendía de actuación, dirección, producción, luces, vestuario, maquillaje, sonido, etc. Me enseñó disciplina, compromiso y responsabilidad. Gracias a eso me he mantenido haciendo teatro profesional y ganando incluso varios premios teatrales”.