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Livia Drusila, la mujer que gobernó el mundo

La plataforma de streaming Max, estrenó la segunda temporada de Domina, serie biográfica de la emperatriz romana Livia Drusila. Una producción donde las traiciones, intrigas y asesinatos, recuerdan lo que fue el esplendor del antiguo Imperio Romano.

SERIE "Domina" es una serie del Reino Unido, de 2021.

Quizás el creador de la frase: “Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer” vivió en los tiempos de la Antigua Roma.

Cuando las mujeres se sometían a la sombra de sus esposos, sin poder político, voz o casi nulas alternativas de decisiones sobre sus propias vidas, salvo lo que un hombre decidiese por ellas.

Tal vez, se inspiró en la historia de Augusto (63 a.C. - 14 d.C.) y su esposa Livia Drusila (58 a.C.-29 d.C.), una mujer que, según los historiadores de la época como Tácito o Suetonio, mantuvo la imagen ejemplar de una matrona romana frente al público (decencia, obediencia, sumisión, modestia y encargada del hogar, entre otros deberes) pero, que tras las paredes era la verdadera mente detrás del poder de Augusto, el primer emperador romano.

Livia gozaba de gran popularidad entre las personas. Logró amasar una gran fortuna, comparable incluso con la del propio Augusto. Se le hicieron estatuas y se dice que se le llegó a adorar como diosa viviente. Livia, sabía cómo usar sus aparentes desventajas como mujer a su provecho y se contaba que su belleza era comparable solo con su astucia y ansias de poder. Y sobre esto último, su biografía se pone un poco turbia.

Sin pruebas, los rumores apuntaron a que Livia se encargó de que Augusto se quedara sin sucesores. La pareja nunca tuvo hijos, para cuando se casaron ya ambos contaban con hijos propios de matrimonios anteriores. Livia con Tiberio y Druso. Mientras que Augusto tenía a Julia. Livia quería que uno de sus hijos fuese sucesor de Augusto (Seguramente Druso), y para su misteriosa fortuna, todos los candidatos en línea de sucesión, antes que sus hijos, fueron muriendo. Aunque, al final, fue Tiberio el sucesor de Augusto, Livia logró, como al parecer fue costumbre, lo que se propuso.

Y con eso creó la primera gran dinastía romana con su linaje. Como se mencionó, el segundo emperador fue su hijo Tiberio, le siguió Cayo (mejor conocido como Calígula), luego Claudio y, por último, Nerón.

Livia participó en la administración del imperio, era consejera de su esposo en asuntos políticos y diplomáticos. Incluso después de la muerte de Augusto, ella mantuvo su influencia política, y como la mujer más poderosa del imperio romano, uno de los más grandes de la historia. Todo esto bajo el contexto que las mujeres tenían un papel de subordinación. Siempre inferiores a los hombres.

‘Domina’

Recientemente, la plataforma de streaming Max estrenó la segunda temporada de Domina, una serie británico-italiana, que narra la historia de Livia Drusila. Desde su caída en desgracia tras la muerte de su padre, hasta su ascenso al poder, convirtiéndose en la primera emperatriz romana. Protagonizada por Kasia Smutniak (Devils - 2020 -), la serie tiene varios puntos a favor.

El primero, ofrece una vista amplia de la cultura romana de la época. De sus costumbres, tradiciones, la religión, las reglas, y lo poco alejados que estamos socialmente de ellos. Que si bien la tecnología ha avanzado, el comportamiento humano parece seguir intacto desde hace más de 2 mil años.

El segundo factor fascinante de esta producción, es su trama política. Como se mencionó arriba en la breve biografía, Livia, por ser mujer, debía actuar entre las sombras. Moverse sin ser escuchada, atacar sin ser vista. Así, mientras los hombres participan un poco más abiertos en el juego de la política, las mujeres de la serie deben hacerlo siempre desde el segundo podio. Aunque esto no las hacía menos peligrosas. Domina es una suerte de Juego de Tronos (2011 - 2019) en cuanto a las traiciones, conspiraciones, intrigas y asesinatos que se realizan para alcanzar el poder. Con la diferencia, y un poco de ventaja, que esta se trata de una historia real.

Esta es la tercera virtud de la serie, que logra tomarse sus libertades creativas al momento de relatar la historia. No se apega del todo a los datos históricos, porque, al fin y al cabo, ¿quién estuvo allí para comprobarlo? Y con estas libertades le dan matices creíbles a todos los personajes. Le ponen carne, sangre y emociones a personajes que estamos acostumbrados a ver en estatuas de mármol y presentan a una mujer, que hoy día es una leyenda, retratada como lo que era realmente: una mortal más. La Livia de la serie sufre, llora, se frustra, la derrotan, la insultan y, por momentos, todo su mundo se le viene encima, mostrándola humana. Pero, claro, también enseñan su lado astuto, su ingenio casi maquiavélico para conseguir lo que quiere y sus sonrisas maliciosas al ganar pequeñas batallas. Ambas dualidades, sumadas a la magnífica interpretación de Smutniak, la convierten en un personaje más real, más fácil de conectar con el espectador.

Dicho esto, está más que claro que Domina no es una serie para puristas de la historia, pero sí para quienes buscan un show que los mantenga al hilo de lo que sucederá. Que de cierta forma se vuelve parte del juego político, y en ocasiones va a rechazar las actuaciones de la principal y en otras la apoyará porque “es lo que se debe hacer”.

Además, los personajes secundarios son esenciales para crear todo el caos que se vive en cada episodio. Casi todos buscan el poder para sí mismos, pero saben que para tenerlo y conservarlo, la familia y las apariencias, es lo más importante. Así que las batallas en esta serie, que se desarrolla dentro del contexto bélico, se llevan a cabo en el interior de las casas. En las habitaciones, murmurando en los pasillos. Espiando por las ventanas. Y sabiendo elegir a los amigos y enemigos. Siendo todos parte de una misma familia. Domina es una oportunidad perfecta, y entretenida, para conocer un poco a una de las mujeres más importantes e influyentes, no solo de su época, sino de la historia. Porque Livia Drusila, usó las reglas del juego a su favor y directa o indirectamente, influyó a que el mundo sea como hoy lo conocemos.