Vivir+

La magia de los bolsos Chanel

Chanel creó un bolso práctico y elegante, que liberaba las manos de las mujeres. Este bolso se popularizó entre actrices emblemáticas y sigue siendo un símbolo de libertad y elegancia.

El bolso 2.55 es un icóno de la moda y de la marca Chanel. Cortesía El bolso 2.55 es un icóno de la moda y de la marca Chanel. Cortesía

Revista Agenda

La visionaria y elegante Gabrielle “Coco” Chanel era también una mujer enigmática que le otorgaba significados a ciertos números y los relacionaba con los acontecimientos de la vida. El cinco era su número de la suerte, el número de la libertad, de los viajes.

En 1955 – otra vez el número suertudo – diseñó un bolso que consideraba de dimensiones perfectas, el 2.55, y se convirtió en el accesorio más emblemático de la casa. Desde entonces, este bolso ha sido reinventado, re-interpretado y deseado. Este bolso ha permanecido en el catálogo de CHANEL, ahora re-interpretado como el 11.12. Su confección es toda una obra artesanal que contiene secretos, como el bolsillo con forma de sonrisa, una referencia a la enigmática sonrisa de la Mona Lisa.

Diferente

Gabrielle Chanel se distinguía por ser diferente, única, alejada de lo ordinario. A contracorriente siempre, para diseñar este bolso utilizó piel de cordero suave y fina, que tradicionalmente se utilizaba para la fabricación de guantes, y la mezcló con sus materiales favoritos y que tampoco solían utilizarse en bolsos: jersey, lame, terciopelo y, por supuesto, el tweed. El 2.55 causó revuelo. Y si a esto le sumamos el misticismo que encierra la numerología en la que tanto confiaba Coco Chanel, tenemos que, si sumamos los números individuales del 11.12 nos da como resultado el mágico número cinco.

Tan hermoso como el exterior

Gabrielle Chanel le dio al 2.55 una forma geométrica y un cierre rectangular, conocido como el cierre “Mademoiselle”. Ella mejoró su bolso con un acolchado suave, cómodo y protector, de rombos “diamante”, inspirado en las chaquetas de los mozos de cuadra que tomó del mundo ecuestre, de las almohadillas de las sillas que veía en los establos y de las mantas que protegían contra el frío y las caídas. Las famosas cadenas joya, inventadas para el 2.55 y entrelazadas a mano con una cinta de cuero para el 11.12, se han convertido en la firma del bolso CHANEL, el cual podemos reconocer al instante. Por primera vez, podía llevarse sobre el hombro, ofreciendo una nueva silueta al tiempo que liberaba hábilmente las manos de las mujeres.

Gabrielle Chanel tomó prestado de la moda masculina todo lo que le permitía hacer gestos y movimientos sin trabas: la practicidad de los bolsos de viaje, hasta entonces reservados para hombres. Es un bolso de modista, en el sentido de que se confecciona del revés, como una prenda, y luego se le da la vuelta y las diferentes piezas se cosen juntas, utilizando la enigmática puntada de la brida, exactamente como si un segundo bolso entrara en el primero. En palabras de Gabrielle Chanel, “El interior debe ser tan hermoso como el exterior”.

Una diva del séptimo arte

“Cansada de sostener mis bolsos en la mano y perderlos, le añadí una correa y los llevé sobre mi hombro”, dijo Gabrielle Chanel. Ahora, lo llevan mujeres de todo el mundo. No sorprende que el cine se haya apoderado de este objeto. A partir de la década de 1960, cuando comenzó a soplar un viento de libertad, se veía en el hombro de esas actrices que abrían nuevas perspectivas para las mujeres: Anouk Aimée, Jeanne Moreau, Delphine Seyrig y Jane Fonda.

Emblema de emoción

Penélope Cruz es embajadora de CHANEL desde 2018 y tanto su vida como su carrera artística son dignas representaciones de la elegancia. Junto a Brad Pitt protagoniza la más reciente campaña de CHANEL que ha sido fotografiada y dirigida por Inez & Vinoodh.

En el corto, la pareja replica algunas de las secuencias originales de la película “Un hombre y una mujer” (1966), la obra maestra de Claude Lelouch que también es una de las favoritas de Virginie Viard. El corto publicitario se filmó en Deauville, la estación balnearia donde Mademoiselle Chanel abrió una boutique de sombreros con su nombre en 1912 y donde presentó sus primeras creaciones de Alta Costura en 1913. Cabe destacar que, en la película original, Anouk Aimée llevaba su propio bolso CHANEL, que era su favorito.

“¿Tiene alguna habitación disponible?” es la pregunta que le hace Penélope Cruz a la camarera, interpretada por Rianne Van Rompaey. Una pregunta que emociona, que nos hace sentir vivos.

En este remake, el bolso CHANEL es un emblema, lo vemos colocado sobre la mesa de un restaurante donde cenan un hombre y una mujer…la mano de Penélope Cruz lo aprieta, discretamente, como si quisiera ocultar preocupación. Sus dedos acarician el cuero acolchado, escuchamos el sonido del cierre girando y notamos la cadena sobre el hombro. Este bolso legendario simboliza todo aquello que, en algún momento de nuestras vidas, nos da el coraje para afirmar nuestros deseos más profundos. Es un grito de libertad, como si no existieran límites entre la vida y la ficción.