El director panameño Gurnir Singh llega a la entrevista puntual. Solo hace presentarse y, como dirían algunos, “emana buena vibra”. Llega ataviado con merchandising de su obra prima Chacaleria, que se encuentra en estos momentos en las salas de cine de Panamá. Porque, como dice él, “hay que promocionarse”.
Es de diálogo ligero, por lo que más que una entrevista, todo se convirtió en una conversación amena. Una plática donde relató cómo nació la idea de su película, que en 2020 ganó el Fondo Cine a en la modalidad Apoyo a producción de largometrajes de ficción o animación.
“Para la pandemia fui al banco a sacar una cantidad de dinero, iba con mi mascarilla, hice el papeleo y demás, pero, cuando me dieron el dinero, me di cuenta de que no me hicieron bajar la mascarilla (para comprobar que era yo). Miré alrededor y me di cuenta de que todo el mundo tenía guantes, máscaras y, cuando salí a la calle, estaban vacías y me dijo: si hay un momento para robar un banco, este sería ese momento”.
Conociendo sus orígenes, es fácil de imaginar la trama de la película “Chacaleria es una película en la que Antonia, una emprendedora que pierde su sustento por el encierro de covid-19, decide traficar alcohol a través de un dron que tiene. Esto se complica cuando Rony, un policía que no es corrupto, pero lo fuerzan a hacerlo, chantajea a Antonia para robar un banco”.
Grabando en el istmo
Para Singh, grabar en Panamá es una gran ventaja, ya que el mismo país es un personaje dentro de la película. “Entonces, no hay que hacer set dressing, ni mucho. Panamá es hermoso, ya uno pone la cámara y es algo increíble”. Además, asegura haber contado con una muy buena calidad de actores nacionales, que se comprometieron con el proyecto.
Cambiando el chip
Si hay algo destacable en la producción, es el equipo que Singh utilizó: una cámara pequeña y sin iluminación. Algo que Singh no ve descabellado, ya que asegura que en Hollywood ya se están usando este tipo de cámaras en grandes producciones. “Yo filmé esto en el 2021 y todo el mundo decía que yo era un loco, que cómo iba a usar una cámara pequeña, sin iluminación. Pero, lo que la gente no entiende es que la iluminación hace que la imagen se vea más pretty, sí, pero la iluminación demora tiempo y cuando tú solo tienes una cantidad de dinero, que no es buco, rantan, pocotón, y que para a una película no es nada. Entonces, no tener iluminación o tener iluminación básica te ayuda mucho a moverte mucho más rápido, porque al final el tiempo es dinero” comenta Singh, agregado que “gracias a estas cámaras que son de superbaja sensibilidad, la imagen se ve increíble y bueno, fuimos hasta a filmar de noche sin luces y eso fue lo más difícil”.
Al final, asegura que todo se resume en “cambiarle el chip a la gente. Dije, hey bro, esto se puede hacer, confía en mí”, y para su fortuna el resultado le demostró a los demás que él tenía razón.
Recepción
Singh es sincero al preguntarle sobre el feedback que ha recibido sobre su película, que han sido comentarios tanto positivos como negativos, y él los acepta por igual. Aunque, más allá de los comentarios de agrado, su rostro se ilumina al hablar sobre los mensajes que recibe de personas que le dicen que su producción los inspiró a comenzar a hacer las suyas. “Poder inspirar a estas personas, a estos pelaos, porque son jóvenes. Cuando me meto en sus perfiles de redes sociales, son bien jóvenes. Eso no tiene precio”, se sincera Singh.
Para todos ellos, que hayan visto la película o no, y quieran hacer sus producciones, Singh le da un par de recomendaciones: “Si tienes un iPhone, con tanto que tengas buen sonido, tú lo puedes filmar en el iPhone. El iPhone tiene excelente calidad. Todo el mundo quiere ser cineasta y todo el mundo quiere ser guionista, pero no tiene el papel escrito. Tienes que primero escribir el papel. Y si después tienes 120 páginas de papel, aunque esté malo, Hey fren, allí está mi Instagram, escríbeme y yo te ayudo”.
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Un compromiso
El director es consciente que muchas veces no es que las personas no quieran ir a ver una película nacional y apoyar, sino que los precios de ir al cine pueden llegar a ser altos, entre los tickets, el pop corn, la soda y golosinas, “y además es tiempo que le pides a las personas para que vean su producto. Entonces, siento que tengo un contrato no escrito con la audiencia y es que yo necesito entretenerte por dos horas.
Enseñanza
Al preguntarle cuál fue el gran aprendizaje que le dejó hacer su primer largometraje, Singh no lo pensó al responder: ¡Que los contratos son muy importantes! Lo más importante son los contratos. Las personas te van a decir que te va a ayudar haciendo esto, que no sé qué, o este es el deal y después (sin un contrato) hay problemas”. Si no tienes firmado el contrato en papel, no importa que sea tu mejor amigo. Ten todo en contrato, yo lo aprendí de la forma bien difícil. Todo tiene que estar al mínimo detalle. Yo estaba acostumbrado a hacer como deals de chocar la mano, pero, pasan cosas que son cosas humanas, por eso ten todo en contrato”.
