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Cuida tu corazón: los consejos esenciales de un cardiólogo

CORAZÓN Los factores de riesgo conductuales más importantes de las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares son una dieta poco saludable, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol. Foto/Pixabay

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud, en 2019 fallecieron 17.9 millones de personas a causa de enfermedades cardiovasculares, representando el 32% de todas las muertes globales. De estas, el 85% se debieron a infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.

La mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse abordando factores de riesgo conductuales y ambientales, como el consumo de tabaco, una alimentación poco saludable, la obesidad, la inactividad física, el consumo nocivo de alcohol y la contaminación atmosférica.

En el mundo, alrededor de 64 millones de personas tiene un diagnóstico de falla o insuficiencia cardíaca, lo que significa que no pueden bombear suficiente sangre al organismo para llevar oxígeno y nutrientes necesarios para vivir saludablemente.

—  DATO DE INTERÉS

En una conversación con el médico cardiólogo Julio Effio, se compartieron datos clave para prevenir enfermedades del corazón:

  • Alimentación personalizada: En los hogares, generalmente todos los miembros consumen la misma comida. Sin embargo, un adulto mayor no debería tener la misma alimentación que un joven de 16 años. “Un hombre hipertenso no debería comer lo mismo que una mujer obesa de 55 años. Por eso, los planes de nutrición deberían ser individualizados, en un mundo ideal”.
  • Asesoría nutricional: Es fundamental buscar asesoría básica sobre alimentación y aprender la diferencia entre carbohidratos, proteínas y vegetales. “En un mundo ideal, la mitad del plato debería ser vegetales, un cuarto carbohidratos, y un cuarto proteínas. En Panamá, generalmente consumimos mitad de arroz, ensalada de papa o plátano, y algo de proteína, lo que se conoce como ‘presa’”.
  • Importancia de la actividad física: Además de la nutrición, el ejercicio es clave. Sin embargo, hay que tener en cuenta el tipo de ejercicio. “Caminar no es suficiente. Para reducir el riesgo de infarto, se necesita realizar actividad física a tal intensidad que cueste hablar, por al menos 45 minutos a una hora”.
  • Entrenamiento de resistencia: Es esencial para reducir el riesgo de infarto. “Cuanta más masa muscular tienes, menos trabajo para tu hígado y páncreas. Cada vez que flexionas y extiendes, previenes la osteoporosis”.
  • Estilo de vida saludable: De 2,000 a 10,000 pasos diarios pueden reducir el riesgo de infarto en un 11%. Para lograrlo, es necesario mantener el colesterol bajo, comer bien, dormir adecuadamente, hidratarse correctamente, evitar el consumo de alcohol y tabaco, mantener buenas relaciones interpersonales y hacer ejercicios de resistencia.
  • Señales de alerta: Algunas señales de alerta incluyen fatiga, falta de aire, presión alta o en el pecho, palpitaciones, o desmayos. Si experimentas estos síntomas, es importante acudir al médico para descartar enfermedades cardíacas.
CORAZÓN En el mundo, alrededor de 64 millones de personas tiene un diagnóstico de falla o insuficiencia cardíaca lo que significa que no pueden bombear suficiente sangre al organismo para llevar oxígeno y nutrientes necesarios para vivir saludablemente. Foto/Pixabay

Es importante enfatizar la necesidad de detectar las enfermedades cardiovasculares lo antes posible para iniciar el tratamiento adecuado, con el debido acompañamiento médico y el uso de los medicamentos necesarios.