Los reyes de Dinamarca, Federico X y Mary, se encuentran de visita oficial en Noruega, donde los monarcas Harald y Sonia han ofrecido un banquete de gala en su honor como gesto de bienvenida.
Durante la celebración, la reina de Dinamarca ha destacado al lucir la tiara ‘Pearl Poiré’, una pieza especial reservada para reinas, en el Palacio Real de Oslo, coincidiendo con el 20º aniversario de su boda con Federico.
Esta impresionante diadema, compuesta por 18 perlas en forma de pera que cuelgan de arcos de diamantes, ha sido la favorita de Margarita II durante su reinado.
La tiara forma parte de un conjunto inseparable que incluye un broche, un collar y unos pendientes, y que, según la petición de la reina Luisa, no pueden venderse ni dividirse.
La historia de la ‘Pearl Poiré’ se remonta a la princesa Luisa de los Países Bajos, tatarabuela de Federico de Dinamarca, y luego pasó a su hija Luisa de Suecia, quien se convirtió en Luisa de Dinamarca tras su matrimonio con Federico VIII.
Desde entonces, ha pasado de generación en generación por todas las reinas danesas, de Alejandrina a Ingrid, Margarita y ahora Mary. En esta ocasión, Mary ha optado por combinar la tiara con pendientes, prescindiendo del broche y del collar en su primera vez luciendo la tiara de las reinas de Dinamarca.
Para complementar su look, Mary ha lucido un vestido azul de Birgit Hallstein, que estrenó en la boda de Carlos Felipe y Sofía de Suecia en 2015 y que ha sido remodelado para este banquete, eliminando las flores de la falda y añadiendo un sobrecuerpo de tul con manga hasta el codo.