El rey Felipe VI de España advirtió este viernes sobre la “deshumanización” y cómo la historia alerta de los graves riesgos de la polarización, de la negación del otro por sus convicciones o creencias “porque piensa, reza o vota distinto”.
En su discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, Felipe VI explicó cómo, en un mundo “globalizado” de grandes magnitudes y oportunidades y entre avances tecnológicos “inimaginables”, la deshumanización es un “riesgo latente” y señaló cómo las imágenes atroces de muerte y desolación que llegan de Oriente Próximo, Ucrania o África, entre otros, “obligan a una llamada incesante a la contención y a la humanidad”.
El monarca destacó que los galardonados de este año tienen el denominador común de que sus obras tienen como razón primera y última la idea de la persona y que recuerdan con su ejemplo que “en el centro de cualquier discurso, acción o decisión, ya sea en el ámbito económico, social, político artístico o deportivo, debe seguir estando siempre y de manera ineludible la persona”.
“La historia nos alerta de las graves consecuencias de apartarse de ese camino. Como nos alerta de los graves riesgos la negación del otro por sus convicciones o creencias; porque piensa, reza o vota distinto”, indicó el rey.
Junto a la llamada “incesante” a la contención y a la humanidad, es obligada también, agregó, hacer otra a “la denuncia y a hacer lo posible para que la paz y la seguridad vuelvan a ser compatibles, complementarias y conducentes a la convivencia, o al menos la coexistencia”.
Destacó cómo también se ve en ámbitos más cercanos, “en cualquier desigualdad, prejuicio o injusticia, o en cualquier discurso condicionado por el miedo o basado en la indiferencia o la radicalidad”.
Felipe VI consideró que es obligación de las instituciones y también de los ciudadanos “luchar contra todo aquello que se separe, siquiera un ápice” del respeto integral a cualquier persona, “a la dignidad de cualquier ser humano”, ya sea mediante la protección y fomento del régimen de derechos y libertades que fundamenta la democracia o, en el ámbito exterior, mediante el refuerzo de tratados e instituciones que sustenta a la comunidad internacional.
Dirigiéndose a sus hijas, la princesa Leonor y a la infanta Sofía, aseguró que está convencido de que el ejemplo que para él supueso conocer a lo largo de tantas ediciones de los premios a personas tan extraordinarias como los galardonados y sentir que crecía en todos los sentidos con ellos, lo es y será también para ellas cada año “aún más”.