El Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu) está evaluando posibles ajustes al Programa de Asistencia Social Educativa Universal (PASE-U), entre los que se incluyen un aumento en el promedio mínimo requerido para acceder al beneficio y la modernización del sistema de pagos, que pasaría a realizarse mediante tarjetas con el fin de garantizar una mayor trazabilidad.
Este anuncio fue realizado por Carlos Godoy, director del Ifarhu, durante el reciente desembolso del PASE-U. Godoy explicó que las autoridades están trabajando de manera conjunta con el Ministerio de Educación para evaluar los efectos de estos cambios. “Es necesario hacer una evaluación integral, ya que el programa fue diseñado principalmente para prevenir la deserción escolar”, afirmó el director.
En particular, destacó que el incentivo económico que otorga el PASE-U es crucial para los estudiantes de zonas vulnerables, ayudándoles a mantenerse en el sistema educativo.

Además, Godoy aclaró que cualquier ajuste al promedio no implicaría la eliminación del beneficio, ya que los recursos seguirían disponibles, pero se buscaría incentivar el esfuerzo académico de los estudiantes. “Sabemos lo que implicaría fijar un 3.0, un 3.5 o incluso un 4 como promedio mínimo, pero el objetivo es promover la responsabilidad y el compromiso”, explicó.
Otro de los cambios que se está considerando es que todos los pagos del PASE-U se realicen mediante tarjetas, lo que agilizaría los procesos y permitiría un mejor seguimiento financiero del programa.
Por su parte, Humberto Montero, vocero de la Asociación de Maestros Independientes (AMIA), mostró su apoyo a la propuesta de elevar el promedio mínimo, ya que considera que algunos estudiantes no están cumpliendo con sus responsabilidades académicas.
Montero también enfatizó que los fondos del PASE-U deben destinarse exclusivamente a necesidades educativas, como alimentación, transporte y útiles escolares, y no a otros gastos del hogar.
Recordó que, cuando se implementó la Beca Universal en 2010, se exigía la participación activa de los padres en el monitoreo del rendimiento académico de sus hijos, algo que se ha ido perdiendo con el tiempo.
Además, mencionó que la digitalización del sistema de pagos, que ha pasado de cheques a tarjetas, también ha modificado la forma en que se entrega el beneficio.
En cuanto al impacto de la Beca Universal ahora PASE-U, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Santa María la Antigua (USMA) reveló que la ayuda económica ha tenido un impacto positivo en la retención escolar, especialmente en el nivel primario, donde la tasa de retención aumentó del 87% al 94% en 2012 con la implementación de la beca. Sin embargo, en los niveles de educación premedia y media, la retención sigue siendo un desafío, con una mejora parcial (del 43% al 51%) tras la implementación del programa.
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Luis Carlos Herrera, uno de los investigadores del estudio, destacó la importancia de contar con un sistema de evaluación más preciso para medir el impacto real de los pagos del PASE-U y así garantizar un uso adecuado de los recursos. Aunque el programa ha demostrado ser efectivo en la primaria, aún persisten desafíos en niveles educativos superiores y en el uso adecuado de los fondos por parte de algunos beneficiarios.
El PASE-U sigue siendo una herramienta clave en la lucha contra la deserción escolar en Panamá. Sin embargo, los ajustes que se están evaluando, como el aumento del promedio mínimo y la modernización de los pagos, buscan asegurar que el programa continúe cumpliendo su misión de manera efectiva.
A medida que se profundiza en su análisis y en los resultados de estudios previos, es esencial mantener el enfoque en la responsabilidad compartida entre estudiantes, padres y autoridades educativas para maximizar el impacto de esta importante ayuda económica.


