Los gremios docentes de Panamá anunciaron que mantendrán el paro indefinido este lunes 28 de abril, en rechazo a la Ley 462 del 18 de marzo de 2025, la cual es cuestionada por el sector magisterial y otros movimientos sociales.
Mientras tanto, el Ministerio de Educación (Meduca), informó que las clases deben continuar y que los centros educativos estarán abiertos para recibir a los estudiantes. La entidad también instó a los padres de familia a garantizar el derecho a la educación de sus hijos.

Humberto Montero, vocero del Frente de Educadores Independientes, aseguró que los primeros días de la huelga han sido “satisfactorios” y advirtió que el movimiento ganará fuerza con la incorporación de más sectores sociales y sindicales a partir de este lunes. Aunque reconoció que algunos docentes siguen asistiendo a clases por temor a represalias, afirmó que “la gran mayoría se mantiene firme en la lucha”.
Montero también rechazó la advertencia del Ejecutivo de aplicar descuentos salariales a quienes participen en la huelga, calificándola de “inconstitucional”.
Afirmó que, según la Ley Orgánica de Educación y el Decreto 681 de julio de 1952, solo los directores de planteles tienen la autoridad para registrar ausencias y aplicar sanciones.
Desde el Ejecutivo, el presidente José Raúl Mulino, declaró que “el que no trabaja, no cobra” y calificó la huelga como un acto “caprichoso”. En su conferencia semanal, aseguró que la paralización atenta contra los esfuerzos por reducir la desigualdad educativa en el país. “Nuestros estudiantes de escuelas públicas están años luz detrás de los estudiantes de escuelas privadas. No podemos hablar de equidad y permitir que se pierdan más días de clase”, sostuvo.
Montero también denunció la falta de compromiso del sector empresarial con la educación pública y rechazó las críticas que acusan a los docentes de mantener a los estudiantes “como rehenes”.
En el centro del conflicto está el rechazo a la Ley 462, que propone un sistema de pensiones basado en cuentas individuales. Los gremios afirman que esta reforma pone en riesgo el acceso a una pensión digna para los trabajadores.

Fernando Ábrego, secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof), fue aún más contundente en su mensaje. Acusó al presidente Mulino de “vender la patria” y denunció supuestos acuerdos con Estados Unidos para establecer bases militares en territorio panameño. “Esta lucha continúa hasta emancipar nuevamente al pueblo panameño de las garras estadounidenses”, expresó.
En tanto, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap), expresó su rechazo al llamado a huelga realizado por el sindicato de trabajadores de la construcción y la paralización de clases por parte de gremios docentes, calificándolas como “medidas irresponsables que, lejos de construir, siguen sumando retrocesos en un país que necesita avanzar con urgencia”.

El gremio empresarial lamentó que “estos paros afectan la economía” pero señaló que “más allá de lo económico, nos duele el impacto en la educación, en la salud y en la estabilidad social”.
La Cciap denunció que las protestas se justifican en “falsedades”, al reiterar que “no se ha subido la edad de jubilación”, y recordó que “muchas de las propuestas que estos mismos gremios presentaron fueron acogidas” y que “los patronos ya estamos pagando más, como pidieron”.
Respecto a los docentes, el gremio cuestionó: “¿De verdad vamos a seguir castigando a los muchachos, los mismos que sufrieron durante la pandemia por el cierre de escuelas más prolongado de Latinoamérica, esos mismos que fueron afectados por los cierres de 2022 y 2023? ¿Esos que ya enfrentan una desventaja cuando salen al mundo laboral?”.
La Cámara instó: “Profesores, maestros: nadie les ha tocado la edad de jubilación. Los pocos que se han sumado a la huelga vayan a dar clases. La educación no puede continuar siendo rehén de conflictos ajenos y, peor aún, de conflictos falsos”.
La Cciap advirtió a los grupos convocantes que “si lo que quieren es detener la economía panameña o crear el caos para imponer sus ideas, háganlo de frente. Pero no utilicen excusas falsas para disfrazar su interés político o desestabilizador”.
La tensión entre el Gobierno y los gremios sigue en aumento, sin señales claras de diálogo ni de una resolución inmediata.
Mientras que los jóvenes de Panamá son, sin duda, los más afectados por esta prolongada huelga. La interrupción constante de clases no solo pone en riesgo su aprendizaje y formación académica, sino que también amplía la brecha educativa entre los estudiantes de las escuelas públicas y privadas.