Sociedad

Formación médica en debate: las cifras que ponen en duda la calidad educativa

Los elevados porcentajes de fracaso en el examen de Certificación Básica en Medicina en universidades privadas evidencian deficiencias en la formación médica, mientras que la UP destaca por su riguroso modelo de admisión.

Facultad de Medicina de la UP Los egresados de la Facultad de Medicina de la UP son los que más aprueban el examen de certificación básica. Isaac Ortega

En los últimos años, los resultados de los egresados de universidades privadas en el examen de Certificación Básica en Medicina han generado inquietud, evidenciando la necesidad urgente de revisar el perfil curricular en la formación de los futuros médicos.

El informe del Consejo Interinstitucional de Certificación Básica en Medicina, al que tuvo acceso La Prensa, refleja una diferencia significativa en los índices de aprobación entre los egresados de la Universidad de Panamá (UP) y los de diversas universidades privadas, lo que plantea preguntas sobre la calidad y consistencia del sistema educativo médico.

El documento muestra que los egresados de la Facultad de Medicina de la UP son los que más aprueban el examen de certificación básica. En la última década (2014-2024), de los 2,079 aspirantes que presentaron el examen, el 95% aprobó la prueba. Solo 106 de los 2,079 egresados no consiguieron la certificación, es decir, un 5%.

En contraste, las universidades privadas han registrado altos porcentajes de reprobación. La Universidad Interamericana presenta un 46% (358 de 778 aspirantes), la Universidad Latina un 55% (2,291 de 4,161), y la Universidad de Columbus un 61% (1,224 de 1,990). La Universidad Americana lidera con la tasa más alta, alcanzando un 69% (509 de 743 aspirantes). Estas cifras han generado preocupación sobre la calidad de la formación médica en algunas de estas universidades.

Tras varias gestiones, logramos conversar brevemente con Alfredo Matos, presidente del Consejo Interinstitucional de Certificación Básica en Medicina, quien expresó su preocupación respecto a los resultados de algunas universidades privadas.

Según Matos, “las cifras de fracasos que presentan algunas universidades privadas en 10 años de examen son alarmantes y ameritan atención inmediata por parte del Ministerio de Salud (Minsa) y el Ministerio de Educación (Meduca)”.

Matos explicó que el examen de certificación básica consta de 160 preguntas y un tiempo límite de cuatro horas, con un puntaje mínimo para aprobar de 41.5/100. Este examen es una herramienta fundamental para evaluar la preparación de los egresados y garantizar que los médicos estén capacitados para enfrentar los desafíos del sistema de salud.

La preocupación de Matos no solo recae en las cifras de reprobación, sino también en el perfil curricular de las universidades privadas. Los bajos resultados evidencian que algunos programas de formación médica en el país no están alineados con los estándares internacionales requeridos para que los médicos sean competitivos a nivel global.

La situación ya fue puesta en conocimiento de la presidenta de la Comisión Nacional de Docencia de Médicos Residentes e Internos del Minsa, Mayra Abbod, a través de una carta enviada el 12 de diciembre de 2024 por el presidente y la secretaria del Consejo Interinstitucional de Certificación Básica en Medicina.

Este medio buscó una versión de Abbod, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.

Dentro de la Facultad de Medicina de la UP se forma la mayoría de los médicos del país. Dentro de la Facultad de Medicina de la UP se forma la mayoría de los médicos del país. Archivo (Archivo)

UP: líder en certificación médica

Por su parte, Oris Calvo de Lam, decana de la Facultad de Medicina de la UP, resaltó la importancia de un sistema de admisión basado en méritos.

La UP utiliza un sistema riguroso que considera el promedio de calificaciones de los dos últimos años de secundaria, junto con los puntajes obtenidos en la Prueba de Capacidades Académicas (PCA) y la Prueba de Conocimientos Generales (PCG), aplicadas dentro de la misma institución. Este sistema asegura que los estudiantes admitidos sean los mejor preparados.

Sin embargo, Calvo de Lam también señaló que el número de estudiantes admitidos en la carrera de Medicina está limitado a 200 anualmente, determinado por la capacidad de formación de la universidad. Factores como el número de profesores, la infraestructura, el equipamiento y la capacidad de los centros de rotación clínica influyen en esta decisión.

Además, la decana enfatizó la necesidad de aumentar el porcentaje de aprobación en el examen de Certificación Básica en Medicina para fortalecer la formación de los futuros médicos y asegurar que estén mejor preparados según los estándares internacionales.

Proyecciones futuras

A juicio de la decana de Medicina de la UP, es urgente realizar un análisis exhaustivo sobre el número de médicos en el país y su distribución geográfica, así como la edad promedio de retiro.

También es necesario estudiar la cantidad de instalaciones de salud disponibles y la tendencia de crecimiento y distribución de la población en Panamá. Este análisis permitirá determinar la cantidad de médicos nuevos que se requieren anualmente y establecer el número de profesionales que el país debe formar para equilibrar la oferta y la demanda de atención médica.

Más allá de la cantidad de médicos, el objetivo primordial debe ser la calidad de la formación. Las escuelas de medicina deben asegurarse de que los futuros médicos estén bien preparados no solo en conocimientos técnicos, sino también en aspectos humanísticos, éticos y sociales. Esta preparación integral les permitirá contar con las competencias necesarias para prevenir y atender las principales enfermedades que afectan tanto a Panamá como a la región.