Sharlis Herrera, finalista del Concurso Nacional de Oratoria 2023, enfrenta una dura decepción. A pesar de haber sido premiada con una beca universitaria valorada en 25 mil dólares, que le fue prometida como parte de los premios del certamen no fue gestionada ni desembolsada por el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu), a pesar de múltiples intentos por hacerla efectiva.
Herrera, oriunda de San Miguelito y egresada de la Escuela Bilingüe de Panamá, ocupó el séptimo lugar en la edición 2023 del concurso, cuya final se celebró con la presencia de autoridades nacionales.
Como parte del premio, recibió un certificado del Ifarhu que establecía una beca universitaria por $25 mil dólares, aplicable a la universidad y carrera de su elección, con un año de plazo para hacerla efectiva.
Aprovechando esta oportunidad, Herrera aplicó y fue aceptada en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), en Madrid, España, para iniciar en septiembre de 2024 una triple titulación en inglés de política, filosofía y economía.
Llevó al Ifarhu todos los documentos requeridos: carta de admisión, plan de estudios, costo de la carrera, diplomas y certificaciones académicas. Sin embargo, al presentarse a la sede de la institución, funcionarios de la entidad le informaron que no podían tramitar su beca debido a que era un periodo de elecciones generales en el país y no podían hacer nada por ella.
Ante la falta de respuesta, optó por iniciar la carrera de Derecho en la Universidad Santa María La Antigua (USMA), mientras esperaba que la nueva administración del Ifarhu, con un nuevo gobierno, resolviera su situación. En esta ocasión, le aceptaron los documentos para la carrera de derecho en la USMA, pero la institución no dio seguimiento ni aprobación al trámite.
Según le informaron, el motivo es que su beca formaba parte del programa de auxilios económicos, el cual fue eliminado por la actual administración.
“Nos dijeron que al eliminarse los auxilios económicos también se eliminó nuestro premio. Pero a nosotros nos entregaron un certificado oficial”, señala Herrera.
La joven explica que la carrera de Derecho ha podido ser costeada por su familia, aunque con grandes dificultades. Su padre, quien era el principal sostén económico, falleció meses después de iniciado el proceso. Su madre, desempleada en ese momento, se trasladó a México para trabajar y apoyar los estudios de su hija, mientras su abuela asumió los primeros pagos universitarios.
Sharlis insiste en que su caso no es el único. Conoce al menos a 20 finalistas de distintas ediciones recientes del Concurso Nacional de Oratoria que enfrentan situaciones similares.
Algunos de ellos ya se encontraban en el extranjero cuando se enteraron de que su beca no se haría efectiva, y han tenido que apoyarse en otras becas o financiamiento familiar. “No conozco a ningún finalista reciente al que el Ifarhu le haya hecho efectiva la beca por oratoria”, afirma.
En un reciente comunicado, el Ifarhu indicó que se aprobó un traslado de partida para llevarlo a la Asamblea Nacional, pero indica Herrera que eso no cubre todos los estudiantes.
Esto deja fuera a beneficiarios como Herrera, quienes recibieron su reconocimiento en años recientes. Además, estudiantes panameños que actualmente cursan estudios en el extranjero podrían enfrentar sanciones por parte de sus universidades si no se cumplen los pagos comprometidos. Algunos ya han sido advertidos por las instituciones educativas en las que estudian.
Herrera indica que los finalistas de diferentes ediciones han estado en comunicación y dio a conocer que desde el 2019 se están presentando estas irregularidades.
En el 2019, Bernardo “Nando” Meses asumió la dirección del IFARHU. Meneses actualmente es investigado por la Fiscalía Anticorrupción del Ministerio Público por su presunto vínculo con el manejo irregular de los auxilios económicos. Entre esos auxilios figuran los que se otorgaban a los finalistas del Concurso Nacional de Oratoria. Meneses es actualmente docente de la Universidad de Panamá.