Entre los acordes vibrantes de los tambores y el ondear majestuoso del tricolor nacional, Panamá celebró este 4 de noviembre el Día de los Símbolos Patrios con un desfile lleno de color, emoción y orgullo.
Más de 30 delegaciones escolares, junto con bandas independientes y representantes de distintas instituciones del Estado, desfilaron por la ruta 2 de la vía España, en una jornada que reafirmó el amor de los panameños por su identidad y sus valores nacionales.
El evento contó con la presencia del presidente José Raúl Mulino y de la primera dama, Maricel Cohen de Mulino, quienes saludaron a los estudiantes desde la tarima principal al caer la tarde, entre aplausos y vítores del público.
Este año, los abanderados fueron los jóvenes que representaron a Panamá en los Juegos Codicader 2025, celebrados en Costa Rica. Su paso firme y orgulloso simbolizó no solo el triunfo deportivo, sino también el compromiso con la patria y la disciplina que caracteriza a las nuevas generaciones.
“Es un sueño cumplido. Me siento muy orgulloso de ser abanderado y también de mi equipo por ganar ese torneo. Mi familia está feliz”, expresó Michael Alarcón, integrante del equipo colonense de baloncesto, mientras sostenía con fuerza la bandera panameña bajo el sol de noviembre.
La ministra de Educación, Lucy Molinar, destacó el esfuerzo de cada delegación y el valor de mantener vivas las tradiciones cívicas. “Cada estudiante aquí representa la esperanza de un país que sigue creyendo en el respeto, la identidad y la educación como pilares de su desarrollo”, señaló.
En las aceras, cientos de familias ondeaban banderas pequeñas y coreaban las tonadas patrias. Entre ellas, Esther Gutiérrez, vecina de San Miguelito, observaba orgullosa: “El desfile está muy bonito y la nueva ruta me parece más accesible. Ver a los muchachos desfilar así, con tanta energía, emociona”.
Las palabras de los jóvenes también dejaron huella. “Me siento muy orgullosa; les doy gracias a mis profesores, porque sin ellos no habría logrado esto. A los chicos les digo que estudien, que no se rindan y que celebren con amor nuestra patria”, compartió Akemy Morales, alumna de Panamá centro.

Las bandas, con sus uniformes impecables, hicieron vibrar a todos con marchas, canciones típicas y piezas populares que transformaron la avenida en una verdadera fiesta nacional. Cada compás, cada paso y cada saludo fueron una declaración de amor por Panamá.
Al final del recorrido, entre aplausos y sonrisas, quedó una certeza: el espíritu patriótico sigue vivo en las nuevas generaciones, que marchan al ritmo del futuro, pero con el corazón anclado en los valores que forjaron la nación.


