La Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas (Fenaeccd), que agrupa a pacientes con enfermedades de alta complejidad en Panamá, manifestó su profunda preocupación por la Licitación de Precio Único No. 05-2026 de la Caja de Seguro Social (CSS), destinada a la compra de medicamentos biológicos y biotecnológicos.
Enma Pinzón, presidenta de la Fenaeccd, aseguró que la licitación avanza sin un marco reglamentario claro y con criterios centrados únicamente en el precio, dejando de lado la seguridad y eficacia de los tratamientos. “Los pacientes no podemos ser ignorados. La salud no puede definirse solo por el costo; el precio no puede poner en riesgo nuestra vida”, enfatizó Pinzón.
Durante las reuniones de homologación, la federación presentó observaciones técnicas y copias de notas de la Dirección Nacional de Farmacias y Drogas del Ministerio de Salud, orientadas a garantizar la seguridad de los pacientes. Sin embargo, estas recomendaciones fueron desestimadas con el argumento de que “no se puede hacer nada que la ley no diga”. Pinzón recordó que los medicamentos biotecnológicos se usan en Panamá desde 2006, pero la regulación correspondiente recién se aprobó con la Ley 419 de 2024, cuya reglamentación aún no se ha publicado.
Entre los principales riesgos identificados, Pinzón señaló:
La falta de evidencia de comparabilidad entre productos innovadores y biosimilares, lo que podría afectar la eficacia del tratamiento.
La participación de medicamentos provenientes de países con normativas débiles, que comprometen la calidad.
La ausencia de mecanismos que consideren reportes de farmacovigilancia al momento de adjudicar los contratos.
Pinzón insistió en que la experiencia en Panamá ha demostrado que no todos los biosimilares garantizan el mismo nivel de seguridad, y algunos pacientes han sufrido recaídas o pérdida de control de su enfermedad.
La federación también hizo observaciones sobre la Licitación de Precio Único N.o 11-2026, solicitando agregar medicamentos que requieren intercambiabilidad y respetar la no sustitución automática de tratamientos críticos, como los usados en trasplantes y clozapina.
“Nosotros no estamos en contra de los biosimilares ni de los genéricos, pero exigimos que se garantice su seguridad, eficacia y calidad comprobada. La voz de los pacientes y los médicos tratantes debe ser escuchada antes de tomar decisiones que afectan la salud de miles de panameños”, concluyó Pinzón.
Hasta el momento, la CSS no ha emitido comentarios sobre el tema.



