Sociedad

Medio millón de niños y adolescentes: la cruda realidad de la pobreza multidimensional en Panamá

En el país, hay 475,498 niños, niñas y adolescentes viviendo en pobreza multidimensional, lo que representa a 1 de cada 3 menores de edad.

Pobreza Los subsidios focalizados ayudan temporalmente pero no resuelven la situación de pobreza, indica la Cepal. Alexander Arosemena (ALEXANDER AROSEMENA)

Uno de los principales desafíos que enfrenta el nuevo gobierno de José Raúl Mulino es la grave situación de pobreza que afecta a casi medio millón de niños, niñas y adolescentes en Panamá. Esta situación de vulnerabilidad ha sido evidenciada recientemente por el segundo Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) 2022, dado a conocer el 27 de junio de 2024. El IPM se enfoca en la población de entre 0 y 17 años y ha sido elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

Esta nueva medición muestra que en Panamá hay 475,498 niños, niñas y adolescentes viviendo en pobreza multidimensional, lo que representa a 1 de cada 3 menores de edad. El porcentaje de niños y niñas en situación de pobreza ha aumentado, pasando del 32.8% en 2018 al 34.0% en 2022.

Tabla IMP NNA

Los datos demuestran que más niños y niñas viven en pobreza que en 2018, es decir, 21,641 niños, niñas y adolescentes, pero experimentan una pobreza ligeramente menos intensa o con menor proporción de privaciones, pasando del 46% en 2018 al 43% en 2022, según los técnicos que elaboraron el documento.

Se consideraron cinco dimensiones para evaluar la condición de vida de los menores de 17 años: vivienda, agua y saneamiento, salud y alimentación, educación e información, y protección y recreación.

El Índice de Pobreza Multidimensional es una medición de la pobreza que refleja las múltiples carencias que enfrentan las personas pobres al mismo tiempo en áreas como educación, salud, entre otros”.

—  PNUD

Los resultados del IPM-NNA 2022 evidencian que la distribución de la pobreza multidimensional varía significativamente según el territorio. En las provincias de Coclé, Chiriquí, Darién y Veraguas, y en las comarcas Guna Yala y Ngäbe Buglé, se observaron reducciones significativas en el IPM-NNA, mostrando avances importantes en la disminución de múltiples privaciones que afectan a los niños, niñas y adolescentes. Un caso notable es el de Coclé, donde se sugieren mejoras sustanciales en las condiciones de vida de los menores, situación similar a la de Darién.

Adjuntos

Informe-IPM-NNA-1.pdf

Sin embargo, en las comarcas Guna Yala, Ngäbe-Buglé y Emberá-Wounaan, aún 9 de cada 10 niños viven en pobreza. Mientras que, en las provincias de Bocas del Toro y Darién, los niños en situación de pobreza representan 1 de cada 2.

Sandie Blanchet, representante de UNICEF en Panamá, indicó que los resultados del IPM-NNA 2022 confirman que la distribución de la pobreza multidimensional varía significativamente según el territorio. Afirmó que ha sido ampliamente demostrado que la pobreza en la infancia tiene consecuencias irreversibles y a largo plazo en el desarrollo cognitivo, físico, social y emocional. Experimentar pobreza desde temprana edad compromete las oportunidades de una persona a lo largo de su vida.

A juicio de Blanchet, de no tomarse medidas firmes y oportunas mediante una inversión pública sostenida y el diseño de políticas sociales eficaces, se perpetuarán ciclos intergeneracionales de pobreza en el país. Blanchet añadió que erradicar la pobreza en la infancia significa invertir en el capital humano y, por ende, en el desarrollo del país.

Por su parte, María del Carmen Sacasa, representante del PNUD en Panamá, manifestó que la información revelada en esta segunda medición proporcionará al país y a los tomadores de decisiones evidencias claras y útiles para el diseño de planes, programas y proyectos dirigidos a satisfacer las necesidades de los niños, niñas y adolescentes, y mejorar sus condiciones de vida.

Añadió que aunque los avances en términos de medición son fundamentales, el verdadero desafío radica en ir más allá de los datos y utilizar la evidencia para transformar realmente vidas y reducir las brechas de desarrollo.

Dimensiones evaluadas

El informe plantea que durante estos años, se observó una reducción en la contribución de la precariedad de materiales de vivienda y del hacinamiento al IPM. Esta disminución sugiere una posible mejora relativa en la calidad de las viviendas en el país. Sin embargo, es crucial destacar que esta mejora no necesariamente indica una disminución absoluta de la pobreza en vivienda, sino un cambio en la ponderación relativa dentro del índice, frente a otros indicadores que podrían haber experimentado variaciones opuestas.

En el ámbito de agua y saneamiento, hubo cambios mixtos. Mientras que la carencia de saneamiento mejorado disminuyó su contribución, señalando avances potenciales en infraestructuras básicas, la carencia y disponibilidad de fuentes de agua mejorada aumentó su peso en el IPM. Este aumento destaca desafíos persistentes o incluso retrocesos relativos en un aspecto crucial para la calidad de vida.

El sector de salud y alimentación reveló tendencias preocupantes, especialmente con un aumento significativo en la contribución de la prevención de riesgos de salud al IPM. Esto podría interpretarse como un deterioro relativo en la cobertura o efectividad de los servicios de salud preventiva, fundamental para el bienestar infantil. Por otro lado, el incremento en la contribución de la alimentación variada sugiere dificultades crecientes en asegurar una dieta equilibrada y nutritiva para los niños y adolescentes.

En educación e información, hubo una disminución en la contribución del acceso a internet y la educación temprana, posiblemente reflejando mejoras en estos servicios o deterioros mayores en otros aspectos. Este cambio puede indicar avances en la digitalización y accesibilidad a recursos educativos esenciales para el desarrollo juvenil, detalla el informe.

Mientras que dentro de la dimensión de protección y recreación, la contribución de la protección de la infancia al IPM disminuyó, planteando preguntas sobre su eficacia y relevancia en la medición de la pobreza multidimensional entre los niños, niñas y adolescentes. En contraste, el aumento en la contribución de cuidado, actividades infantiles y recreación subraya desafíos significativos para proporcionar un entorno seguro y enriquecedor para su desarrollo.