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Nueva especie de dinosaurio que vivió en madrigueras

Nueva especie Nueva especie de dinosaurio que vivió en madrigueras. (JORGE GONZALEZ./JORGE GONZALEZ.)

Un antepasado recién descubierto de Thescelosaurus muestra evidencia de que estos animales pasaron al menos parte de su tiempo en madrigueras subterráneas.

La nueva especie contribuye a una comprensión más completa de la vida durante el Cretácico medio, tanto sobre la superficie como bajo tierra.

El nuevo dinosaurio, Fona herzogae, vivió hace 99 millones de años en lo que hoy es Utah. En ese momento, la zona era un gran ecosistema de llanura aluvial intercalado entre las orillas de un enorme océano interior al este y volcanes activos y montañas al oeste. Era un entorno cálido, húmedo y fangoso con numerosos ríos que lo atravesaban.

Paleontólogos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte desenterraron el fósil (y otros especímenes de la misma especie) en la Formación Cedar Mountain, a principios de 2013. La preservación de estos fósiles, junto con algunas características distintivas, los alertó sobre la posibilidad de que cavaran.

Fona era un dinosaurio herbívoro de cuerpo pequeño, del tamaño de un perro grande, con un diseño corporal simple. Carece de las cualidades que caracterizan a sus parientes altamente ornamentados, como los dinosaurios con cuernos, los dinosaurios acorazados y los dinosaurios con cresta.

GRANDES BÍCEPS

Fona comparte varias características anatómicas con animales conocidos por cavar o excavar, como grandes músculos en los bíceps, fuertes puntos de unión muscular en las caderas y las piernas, huesos fusionados a lo largo de la pelvis (probablemente para ayudar con la estabilidad mientras cava) y extremidades traseras que son proporcionalmente más grandes que las extremidades delanteras. Pero esa no es la única evidencia de que este animal pasó tiempo bajo tierra.

“El registro fósil se inclina hacia los animales más grandes, principalmente porque en entornos de llanuras aluviales como el Mussentuchit, los huesos pequeños en la superficie a menudo se dispersan, se pudren o son carroñados antes del entierro y la fosilización”, dice en un comunicado Haviv Avrahami, estudiante de doctorado en NC State y técnico digital para el nuevo programa Dueling Dinosaurs en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.

Avrahami es el primer autor del artículo que describe el trabajo ahora publicado en The Anatomical Record.

“Pero Fona a menudo se encuentra completo, con muchos de sus huesos preservados en la pose original de muerte, pecho hacia abajo con las extremidades anteriores abiertas y en condiciones excepcionalmente buenas”, dice Avrahami. “Si ya hubiera estado bajo tierra en una madriguera antes de morir, habría hecho que este tipo de preservación fuera más probable”.

Lindsay Zanno, profesora asociada de investigación en NC State, directora de paleontología en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte y autora correspondiente del trabajo, está de acuerdo.

“Los esqueletos de Fona son mucho más comunes en esta zona de lo que podríamos predecir para un animal pequeño con huesos frágiles”, afirma Zanno. “La mejor explicación de por qué encontramos tantos de ellos y los recuperamos en pequeños grupos de varios individuos es que vivían al menos parte del tiempo bajo tierra. Básicamente, Fona hizo el trabajo duro por nosotros, enterrándose por toda esta zona”.

Aunque los investigadores aún no han identificado las madrigueras subterráneas de Fona, se han encontrado los túneles y la cámara de su pariente más cercano, Oryctodromeus, en Idaho y Montana. Estos hallazgos respaldan la idea de que Fona también usaba madrigueras.