El strongman o atletismo de fuerza es una disciplina deportiva en la que los atletas compiten para determinar quién es el más fuerte, realizando una serie de ejercicios variados.
Según el sitio web Vitónica, especializado en fitness, nutrición y vida sana, las competiciones suelen constar de entre seis y ocho pruebas, aunque esto puede variar según el evento. Entre los ejercicios más comunes están el transporte y arrastre de objetos pesados, sentadillas con barriles, levantamiento de troncos gigantes, empuje de camiones y el famoso paseo del granjero.
En las últimas décadas, el desarrollo de la fuerza “sobrehumana” ha captado gran interés, tanto del público como de la ciencia. Un claro ejemplo es el análisis realizado por la prestigiosa Universidad de Loughborough (Inglaterra), que estudió la estructura muscular y tendinosa de Eddie Hall, el hombre más fuerte del mundo en 2017, famoso por su récord de levantamiento de peso muerto de 500 kg en 2016.
Former World's Strongest Man, Eddie Hall, paid a visit to campus 💪
— Loughborough University (@lborouniversity) September 5, 2024
Scientists ran a series of strength tests and MRI scans and the findings show that Eddie’s lower-body muscle mass was almost twice (+96%) that of untrained men.
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Hall, que mide 1.89 metros y ha pesado entre 142 y 197 kg a lo largo de su carrera, fue un sujeto de estudio ideal para investigar qué características de sus músculos y tendones contribuyeron a su extraordinaria fuerza.
Los hallazgos revelaron que los músculos de sus piernas eran casi el doble de grandes que los de hombres jóvenes activos y saludables. En particular, los investigadores encontraron que tres músculos largos y delgados, conocidos como “guy ropes” (cuerdas de amarre), eran entre 2.5 y 3 veces más grandes que en individuos no entrenados.
A study of Eddie Hall, one of the world's strongest men, revealed the importance of "guy rope" muscles. via @ConversationUK https://t.co/voj0le7B8t pic.twitter.com/SO1qu8CNe2
— RealClearScience (@RCScience) October 2, 2024
Sin embargo, a pesar de la impresionante hipertrofia muscular, el tendón que conecta los cuádriceps con la rodilla era solo un 30% más grande que el de la población general. Esto sugiere que el crecimiento de los músculos y los tendones no ocurre al mismo ritmo, lo que podría aumentar el riesgo de lesiones en los tendones. Este hallazgo es consistente con la alta incidencia de lesiones tendinosas en deportes de fuerza como el strongman.
Según una publicación en The Conversation, los resultados plantean si un entrenamiento más específico para músculos más pequeños y estabilizadores podría mejorar aún más la fuerza y el rendimiento, no solo en atletas como Hall, sino también en la vida cotidiana. Subir escaleras, cargar objetos pesados o realizar cualquier actividad que requiera fuerza coordinada se beneficiaría de una mejor preparación muscular.
El doctor Tom Balshaw, autor principal del estudio, comentó: “Estos resultados muestran cuán adaptable es el sistema muscular. Con el entrenamiento adecuado, todos podemos desarrollar nuestros músculos para mejorar su función y rendimiento”.
Actualmente, Eddie Hall tiene 36 años, está casado y es padre de tres hijos.
Para conocer más sobre este estudio puede visitar el informe publicado en la página web de la Universidad de Loughborough.