El bunde es una fiesta religiosa originaria de Garachiné, provincia de Darién. Como decía el profesor Zarate, es la única fiesta donde hay villancicos netamente panameños. Es una fiesta popular, donde todo el pueblo está invitado a celebrar. Dura un mes: inicia el 6 de diciembre y culmina con la fiesta de los magos de oriente el 6 de enero.
En la ciudad de Panamá, los garachineños residentes en San Miguelito celebran la fiesta tradicional en la casa 464 de Torrijos Carter en la vía principal, con el ajuste de que se hace una reflexión de la palabra de Dios en torno al niño Dios. Leamos los comentarios sobre la celebración que hace José Murillo, dedicado al folclore darienita y participante activo de la celebración capitalina:
El bunde gira en torno al niño Jesus desde su preparación hasta el día en que nace o llega, donde debe aparecer en su cuna del altar el 24 de diciembre a las doce y un minuto. Durante los 11 meses que se guarda en espera de su celebración, debe custodiarse donde una dama viuda o un matrimonio por la iglesia.
La persona que lo custodia lo va preparando el 6 de diciembre con su vestuario, para que se le retire el 24 en procesión y se le lleve cantando loas, villancios y bámbaras hasta su altar. Una loa son rimas que la persona formula… Un ejemplo: “Yo vengo de monte adentro, a celebrar a Jesús, cantándole con todo mi aliento, para que él me salve de la cruz”. En la bámbara cantan y recitan un verso, y también bailan para ofrecerle al niño una ofrenda, producto, dinero o similar. Un ejemplo de bámbara: “Ay la bámbara nueva yo no la sé, ay la bámbara nueva yo no la sé, daré una vuelta y me sentare, daré otra vuelta y me sentaré… “
Los padrinos se encargan de organizar la logística del bunde durante el mes que dura. La celebración se realiza desde las 6 de la tarde hasta 9 ó 10 de la noche desde el 6 de diciembre hasta el 20 de diciembre. De allí se va alargando hasta que finalmente se amanece el 24. Los días siguientes se continua amaneciendo hasta el 6 de enero, cuando se retiran los padrinos y se llevan al niño cantándole “me lo llevo, no me lo llevo” hasta el lugar donde se custodia.
En la celebración en San Miguelito el niño Jesús es negro, pero la imagen original en Garachiné mide 5 a 10 centímetros, es chiquita, muy milagrosa. Cuentan mis papás y tías que en el río San Antonio había una señora viuda que era familia de los Mena y estaba lavando, cuando el río comenzó a crecer, y la señora vio una hoja grande con la imagen en el centro y la tomó.
A partir de eso momento le dieron forma a la festividad, como fiesta popular. Una vez el altar se incendió y cuando vieron la imagen salió brincando. El padrino tomó su sombrero y se lo tiró al niño, y cuando levantaron el sombrero lo vieron boca arriba igual que en su posición original en el altar.
Al bunde se va con cualquier vestuario. Lo que si es especial es el paso del bunde, hacia delante y hacia atrás con largas filas. Cuando se llega adelante se hace una semi reverencia independientemente que esté o no la imagen en el altar. Es una danza relevo, una pareja entra y así mismo se va relevando: el caballero puede bailar con la misma persona u otra, pero si se deben relevar.
El tambor original del bunde es la requinta, pero ya no hay personas que lo confeccionen; por tanto, se usan tambores que igual sacan el sonido. También se usan maracas y una caja de madera o cajón sin cuero sin tablas, que es el golpe que nosotros relacionamos con el bunde. Este cajón solo se usa en el bunde. La caja de madera lleva un golpe fuerte.
Mientras suenan los instrumentos hay un cantalante masculina o femenina, que entona canciones escritas en torno a Jesús o narran acontecimientos del pueblo, donde la persona tiene que ser hábil para componer de algo que haya acontecido para engalanarlo o chistearlo. Por ejemplo el señor Mañe, que participa en la celebración, canta sobre la invasión de 1989, “la guerra en Panamá, Mañe lo vivió…”, y de allí se inspira.
En el bunde hay una canción muy importante que es la de espera… “ven Señor, ven Señor, te esperamos, ven Señor”; la comenzamos el 6 de diciembre hasta el 24. Después del 24 no se canta porque llegó Jesús. El día que se va a buscar se va a buscar a la casa donde se le custodia se canta: “romperá, romperá, lucero del alba romperá” anunciando que los cielos se van a abrir porque va a nacer el niño. Cuando lo entrega el custodio a los padrinos, se dice “Tengan en sus manos esta prenda que de mis manos le ofrezco, quisiera que fuera de oro como usted la merece.” Los padrinos contestan: Oh rosa de Alejandria nacido en tan bello dia, yo te recibo en paz y armonía”. Luego los cantalantes dicen: “niñito llorando, llora mi niño, llora mi amado, hasta que llegar al altar, porque todos los niños nacen al llorar. Y luego el pueblo le hace reverencia, loas y bámbaras y comienza el bunde bien efervecente, y comienzan a cantar varias canciones, entre ellas Romperá, Donde está la cosa buena, Quien es rey del mundo, Emmanuel y muchas más.