Las designaciones en el servicio exterior panameño siguen marcadas por cuotas políticas y vínculos cercanos al poder. Solo dos de los embajadores designados por el gobierno del presidente José Raúl Mulino pertenecen a la carrera diplomática. Otros dos fueron ratificados en el cargo, mientras que tres son directivos y 10 ocupan el puesto de jefes de misión.
Esta es parte de la respuesta que dio el canciller Javier Martínez Acha a la diputada independiente Walkiria Chandler, quien le solicitó la siguiente información:
- ¿Cuántos embajadores, cónsules y jefes de misión son de carrera diplomática?
- ¿Cuántos puestos directivos son de carrera diplomática?
“La carrera diplomática y consular cuenta en la actualidad con ciento sesenta y un (161) funcionarios activos, de los cuales 17 se ubican en el rango de embajadores de carrera, 10 de ellos ya han regresado al país en cumplimiento de la Ley 60 de 6 de octubre de 2015, que en su artículo 7, que modifica y adiciona el artículo 46 de la Ley 28 de 7 de julio de 1999, establece el proceso de rotación de los funcionarios de carrera: cinco años en el exterior y cuatro años en sede”, se lee textualmente en uno de los párrafos de la carta enviada por Martínez Acha a la diputada de la bancada Vamos el pasado 13 de diciembre.
El escalafón de la rama diplomática de Panamá está divido en la rama diplomática y la consular. La primera comprende los siguientes cargos: embajador, ministro consejero, primer consejero, segundo consejero, primer secretario, segundo secretario y tercer secretario. La segunda abarca al cónsul general, cónsul, vicecónsul y agente consular.
La respuesta del canciller se emitió luego de que el pasado 6 de diciembre, Chandler presentó un hábeas data ante la Corte Suprema de Justicia, ya que no le respondió en los 30 días que dicta la Ley 6 de 2002, de transparencia, para entregar la información.
La polémica
Por estos días, el servicio exterior panameño está en la mira pública por el nombramiento de dos embajadores cuyas intervenciones en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional generaron múltiples críticas.
Se trata de Guido Juvenal Martinelli, embajador en Reino Unido, y Alonso Correa Miguel, designado embajador en India.
Martinelli no articuló bien las palabras y pausaba constantemente durante su presentación, lo que generó duras críticas.
Por su parte, Correa, hijo del periodista y directivo de la Caja de Ahorros, Fernando Correa, declaró que desconocía si también sería cónsul de marina mercante. Ese día, Alejandro Mendoza, director general de Política Exterior, tomó la palabra y confirmó que, además de ser embajador, estaría a cargo del consulado.
En un comunicado de prensa, la Asociación de Estudiantes de Relaciones Exteriores de Panamá lamentó lo ocurrido en la comisión y puso “en duda la seriedad y profesionalismo de quienes ocupan cargos diplomáticos”.
“Hacemos un llamado a las autoridades para fortalecer los criterios de selección en el servicio exterior, garantizando así la dignidad e integridad de nuestra diplomacia”, destacaron.
En el caso de Correa Miguel, la asociación señaló que ha demostrado un notable desconocimiento de las funciones inherentes al cargo que ocupará.
Al mismo tiempo, rechazaron “enérgicamente” la conducta atribuida a Guido Martinelli.
“Presuntamente compareció en un estado vinculado al consumo de sustancias psicotrópicas. (...) De ser comprobado este comportamiento, constituiría una afrenta a la investidura que ostenta y vulneraría la dignidad de un representante diplomático de Panamá”, añadió el comunicado.
El viejo patrón
A medida que se han ido conociendo los nombramientos en embajadas y consulados salta a la vista el viejo patrón de los anteriores gobiernos: nombrar a amigos, políticos del partido oficialista, familiares, estrategas de campaña electoral y personas sin los méritos necesarios para ocupar el cargo.
Por ejemplo, Walter Cohen Uribe, hermano de Maricel Cohen, esposa del presidente Mulino, es el embajador en Japón. Mario Boyd Galindo, hermano del ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, y amigo cercano del mandatario, es el embajador en Colombia.
El vínculo con el partido oficialista Realizando Metas (RM), colectivo político fundado por el expresidente Ricardo Martinelli, después que perdió el control de Cambio Democrático, también ha influido en las embajadas y consulados.
Julie Lymberupulos Karnakis, directora del partido RM, fue nombrada embajadora en Grecia, mientras que Ana Irene Delgado, hija del exdiputado Hernán Delgado, es la embajadora de Panamá ante la Organización de Estados Americanos.
Entre los nombrados también figuran miembros del círculo cercano de Martinelli. Rubén Argüelles, cónsul general de Panamá en Río de Janeiro, Brasil, fue un activista clave tanto en la campaña de Martinelli como en la de Mulino. Argüelles era parte del entorno de Martinelli en fiestas en yate y partidos de fútbol.
Gregorio Miró Varela, cónsul de Panamá en Miami, Florida, Estados Unidos, es hermano de Arianne Miró, mejor amiga de Marielle Christine Bernhardt, conocida como Pochi Feuillet, íntima amiga de Martinelli.
También fue cuestionada la comparecencia en la Asamblea de Eddy Rodríguez, embajador en Nicaragua. Solo cuenta con un título de bachillerato y conocimientos básicos en programas como Word, Excel y PowerPoint.
El régimen de Nicaragua concedió asilo en su embajada en Panamá al expresidente Martinelli, después de que fuera condenado a 10 años de prisión en el caso New Business.