Realizando Metas recula; busca una figura de consenso para presidir la Asamblea Nacional

El mismo día que el presidente electo, José Raúl Mulino, presentó su Gabinete, el pasado 16 de mayo, el exmandatario Ricardo Martinelli anunciaba a Luis Eduardo Camacho como el candidato del partido Realizando Metas (RM) a la presidencia de la Asamblea Nacional.

Incluso, tras una reunión de la junta directiva de RM, convocada el viernes 7 de junio por Martinelli, se acordó por unanimidad exigir a sus diputados electos votar por Camacho para presidente de la Asamblea Nacional el próximo 1 de julio.

No obstante, y de forma sorpresiva, el propio Camacho anunció ayer lunes que había tomado la decisión de permitir a la bancada del colectivo elegir un nuevo candidato a la presidencia de la Asamblea Nacional.

“En virtud de ello, solicitaré al jefe de bancada [Alaín Cedeño] convocarla con este fin; igualmente le comunicaré mi decisión al presidente del partido [Ricardo Martinelli]”, indicó el diputado electo en sus redes sociales.

¿Qué le sucedió al candidato de Martinelli para presidir la Asamblea? Fuentes internas del colectivo RM indicaron a La Prensa que Camacho no es el candidato que respalda Mulino para asumir la posición de presidente de la Asamblea Nacional.

Es algo con lo que coincide el analista político José Stoute, quien argumentó también que Camacho no es una “figura de consenso” y que por eso, en su momento, Martinelli amenazó con revocatoria de mandato al que no votara por el diputado electo de San Miguelito.

A juicio de Stoute, la declinación de Camacho a su aspiración de presidir la junta directiva de la Asamblea es una derrota de graves consecuencias políticas para el propio Martinelli.

Así lo define el analista político: “Recuérdese que Camacho fue designado mediante una resolución de la junta directiva de RM, a la que se añadió la grave amenaza de revocatoria de mandato al que no votara en consecuencia. Esto tendrá consecuencias favorables para el presidente electo [Mulino] y desfavorables para el asilado [Martinelli].”

Las figuras

Con Camacho fuera de escena, hay dos nombres que resuenan en el interno de RM como candidatos para presidir la junta directiva de la Asamblea a partir del 1 de julio: el diputado electo del circuito 8-6 y jefe de bancada de ese colectivo, Alaín Cedeño, y el diputado electo del circuito 8-5, Ariel Vallarino.

Cedeño, como ya se mencionó, es el jefe de bancada de RM y, al igual que Camacho, goza de la confianza de Martinelli. De hecho, fue el primero de los diputados disidentes de Cambio Democrático en dar el salto a RM en su momento.

Aunque públicamente, Cedeño acusó a José Muñoz Molina, presidente del partido aliado de RM, Alianza, de estar presuntamente detrás del proceso de impugnación contra su elección en el circuito 8-6.

En el caso de Vallarino, su trayectoria está marcada por su linaje familiar. Es hijo del abogado y político Arturo Vallarino, lo que le ha proporcionado una base sólida de conexiones políticas. Además, su tía es la diputada Marylín Vallarino.

Fuentes dentro de RM aseguran que la figura de Vallarino es bien vista por el presidente electo, aunque ahora le corresponde buscar el apoyo de su bancada.

Este medio pudo conocer que la bancada de RM estaría reuniéndose entre hoy martes y mañana miércoles para escoger a su nuevo candidato para presidir la Asamblea.

Otras bancadas

Mientras RM aclara este tema interno, otras bancadas no definen aún su situación rumbo a las elecciones para escoger a la junta directiva de la Asamblea Nacional.

Tal es el caso de las bancadas de los partidos Cambio Democrático y Panameñista, que aún no toman una decisión sobre si irán con candidato propio o apoyarán a otra bancada el próximo 1 de julio.

Por su parte, la bancada de la coalición independiente Vamos ha planteado que irá con candidato propio y que lo estará escogiendo en los próximos días.

Así las cosas, el ajedrez político para escoger al próximo presidente de la Asamblea se muestra aún confuso, a pocos días del 1 de julio. Sin embargo, en medio de esta nebulosa, Mulino tenía algo claro: la figura que no debía ponerle la banda presidencial.