Qué hacen y cómo viven los militares de Estados Unidos que se entrenan en la selva panameña

Aunque parezca surreal, en este momento podemos decir que existen tres “Colón” dentro del mismo territorio: el de los contenedores y sus exitosos puertos; el de las disputas entre grupos criminales y pandillas; y el que acoge un escenario de adiestramiento para soldados estadounidenses.

Y aunque los tres coexisten, el que más llama la atención por estos días es el tercero, que cobra vida en la selva del Atlántico panameño.

La eventual presencia de soldados estadounidenses con uniformes de fatiga que van o vienen, mientras helicópteros sobrevuelan el horizonte durante los ejercicios militares causan revuelo entre la población de la provincia.

Las imágenes ya han dado la vuelta al mundo. Preguntas válidas como qué hacen allí, por cuánto tiempo estarán y en qué beneficia a Panamá esta actividad son las que retumban en la conciencia colectiva.

Ya es de conocimiento público que el programa se ejecuta bajo el amparo legal de un Memorándum de Entendimiento pactado entre el Ministerio de Seguridad Pública (Minseg) y el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

De hecho, la presencia de los soldados es el resultado visible de dicho pacto, que permite que personal de Estados Unidos utilice instalaciones y áreas designadas por el Gobierno panameño para llevar ejercicios, entrenamientos o instalar propiedad, ya sea de ellos o de sus contratistas en dichos sectores.

La Prensa conversó con el capitán Jonathan Espino, oficial de enlace y conocedor del terreno, sobre los ejercicios que allí se realizan. Es panameño, pero lleva más de una década enlistado en las tropas estadounidenses.

Qué hacen y cómo viven los militares de Estados Unidos que se entrenan en la selva panameña
Jonathan Espino, capitán de la fuerza armada de Estados Unidos. LP\Carlos Vidal

Espino explicó que la meta del programa es consolidar capacidades operativas conjuntas en un entorno selvático que exige disciplina, conocimiento técnico y resistencia física.

Los soldados están específicamente en el antiguo Fort Sherman, hoy base de Cristóbal, utilizada por el Servicio Nacional Aeronaval de Panamá. En esta zona, que formó parte de la franja del territorio panameño ocupada por Estados Unidos hasta el 31 de diciembre de 1999, desde entonces no veía a soldados estadounidenses.

Qué hacen y cómo viven los militares de Estados Unidos que se entrenan en la selva panameña
Miembros de la marina de Estados Unidos aprenden técnicas de emboscada durante el curso combinado de entrenamiento de Operaciones en la selva. Cortesía

El militar detalló que el entrenamiento de cada grupo dura 17 días y en cada etapa se enlistan cerca de 30 soldados, combinando a militares de ambos países. La idea es “cooperación e interoperabilidad”. Así lo resumió el capitán Espino.

El entrenamiento se desarrolla junto a tres estamentos panameños: el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y la Policía Nacional.

Así viven en la selva

Los soldados, mezclados en escuadras binacionales, siguen un ritmo estricto. Se levantan alrededor de las 5:00 a.m. y se alimentan con lo que proporcione el servicio naval panameño: arroz, gallina, huevos y hojaldres. Podría ser plátano o cualquier tubérculo propio de esta tierra. En la selva duermen en hamacas elevadas.

En cuanto al entrenamiento, se divide en tres etapas, a saber.

Fase de supervivencia

En esta etapa inicial, los instructores panameños enseñan conocimientos esenciales para mantenerse con vida en un entorno selvático. Los participantes aprenden a purificar agua, a encender y mantener el fuego pese a la humedad y a manejar elementos básicos de supervivencia.

Fase táctica

La segunda parte del curso se centra en habilidades operativas. Los soldados reciben instrucción en el uso de nudos y anclajes, así como en protocolos médicos aplicables en la selva.

Se practican métodos para mover a un herido, evacuarlo en caso de accidente y elaborar los reportes necesarios para solicitar rescates.

Estas destrezas —según Espino— resultan “beneficiosas” para las unidades panameñas que operan en áreas como Darién, donde a menudo sirven como primer servicio médico para las poblaciones cercanas.

No dice para qué reciben el entrenamiento o por qué justo ahora se hace efectiva la capacitación. De hecho, en toda la conversación nunca sobrepasó de los límites de la llamada idoneidad que necesitan para vivir en la selva.

Fase de patrullaje

La última fase enseña justamente “cómo caminar en la selva”. Incluye lecciones sobre plantas comestibles o tóxicas, técnicas para desplazarse sin perder la orientación y prácticas sobre cómo dormir en la selva, desde la instalación adecuada de la hamaca hasta los métodos para preservar el equipo durante la noche.

¿Motivaciones políticas?

La presencia de tropas estadounidenses levantó preguntas sobre posibles motivaciones geopolíticas.

El presidente panameño José Raúl Mulino ha negado que estos entrenamientos tengan relación con presiones hacia países vecinos, particularmente Venezuela.

En una reciente rueda de prensa, Mulino aseguró que Panamá “no se está prestando para ningún acto hostil” y subrayó que la actividad responde exclusivamente a acuerdos de cooperación con Estados Unidos.

El capitán Espino coincidió con esa posición, indicando que la práctica es “estrictamente de selva”, sin relación con operaciones contra carteles de droga ni movimientos militares regionales.

Estados Unidos seleccionó Panamá —según explicó Espino— porque la selva ofrece todos los riesgos necesarios para un entrenamiento de alto nivel: lluvia constante, humedad extrema, terrenos anegados, fauna peligrosa y desgaste físico.

Estas operaciones ocurren justo cuando Estados Unidos ha redoblado sus ataques contra las narcolanchas en aguas del Pacífico.

El pasado 14 de noviembre, apenas hace cinco días, el ministro de Seguridad Pública, Frank Alexis Ábrego, respondió a una publicación internacional —replicada en Panamá— sobre la presencia de soldados estadounidenses entrenando junto a miembros de la Fuerza Pública, calificándola como una información “a destiempo”.

En una entrevista en el programa Panamá en Directo, aseguró: “Hoy no hay nadie en Sherman entrenando de nada”, en referencia al centro aeronaval de Colón, donde a finales de octubre concluyó un curso de entrenamiento selvático.

Qué hacen y cómo viven los militares de Estados Unidos que se entrenan en la selva panameña
Ministro de Seguridad, Frank Ábrego, intentó minimizar la frecuencia o estadía de los militares de Estados Unidos en Colón. Tomado del Minseg

Abrego recalcó que estas capacitaciones no son masivas: participan 40 uniformados —20 panameños y 20 estadounidenses—; “no es que están viniendo ni mil ni dos mil soldados de Estados Unidos a Panamá”, dijo.

Sin embargo, la propia información manejada por las entidades de seguridad confirma que estos entrenamientos se renuevan periódicamente y forman parte de un programa que podría extenderse hasta tres años. Es decir, no se trata de un hecho aislado ni desactualizado, como sugirió el ministro.


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