La carrera por el control del Partido Panameñista empieza a encenderse, y Carlos Raúl Piad, aspirante a la presidencia del colectivo y exgerente general de la Caja de Ahorros, lanzó este jueves un mensaje con nombre y apellido para quienes —según él— tienen “muchos sombreros” dentro del partido.
“Mira, voy a hablarte claro: si hay algo que me caracteriza es mi trabajo, mi disciplina y mi honestidad. Tengo amigos y copartidarios que tienen tres y cuatro sombreros. El que mucho abarca, poco aprieta. Mi único sombrero es el del Partido Panameñista”, afirmó Piad, quien es cercano a la expresidenta Mireya Moscoso (1999-2004).
El mensaje al parecer no pasará desapercibido entre las bases panameñistas, en momentos en que el colectivo político se prepara para renovar su cúpula el próximo 23 de noviembre, en una Convención Nacional Extraordinaria.
El periodo de postulaciones se abrirá del 11 al 15 de octubre y el ambiente interno se mantiene dividido entre las distintas corrientes.
Piad advirtió, en un video publicado en redes sociales, que elegir “a los mismos de siempre, con muchos intereses y muchos sombreros, no nos lleva al cambio que el partido necesita”. Y remató: “El cambio va, porque va”.
Herrera mide sus pasos
Mientras tanto, el alcalde de Aguadulce, diputado y actual presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Herrera, no confirmó ni negó si competirá por el liderazgo del Panameñista. “Próximamente tomaremos una decisión; al final, lo que queremos es unir al partido”, dijo con tono cauteloso.
Herrera es aliado político de José Blandón, actual presidente del partido, y cercano a los hermanos Varela.

Blandón, por su parte, ha sido enfático durante los últimos meses en que no permitirá que el Panameñista caiga en manos del oficialismo, un dardo directo hacia la línea política de Moscoso, quien mantiene una buena relación con el presidente José Raúl Mulino, del partido Realizando Metas (RM), fundado por Ricardo Martinelli, hoy exiliado en Colombia.

Con un partido dividido entre los seguidores de Blandón y los Varela, y el ala moscosista, el Panameñismo entra en semanas decisivas.



