La Comisión Nacional de Salario Mínimo será instalada después del 15 de noviembre, según confirmó la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz de Cedeño. En esta mesa tripartita —integrada por el Gobierno, los empresarios y los trabajadores— se revisará la escala salarial que regirá a partir de 2026.
A diferencia de otros años, en esta ocasión el sector trabajador llegará dividido: algunos gremios han anunciado que presentarán sus propias propuestas de aumento, mientras otros mantienen posiciones más cautelosas frente al panorama económico del país.
El debate
Marcos Andrade, secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), advirtió que la discusión del nuevo salario mínimo se desarrollará en un contexto adverso para el movimiento sindical. “Estamos enfrentando a un gobierno que persigue sindicatos; el propio presidente ha dicho que es un gobierno empresarial”, señaló.

Andrade subrayó que el actual salario mínimo “no llena las expectativas de los trabajadores” y que la revisión debe considerar el costo real de la vida. “La canasta básica no puede medirse en $316, como se insiste, sino en los $430 mensuales que calculó el Minsa en 2023. A eso hay que sumar vivienda, transporte, energía eléctrica y medicamentos”, enfatizó.
El dirigente recordó que, en la última revisión realizada en 2023, Conusi propuso un aumento del 30% para las grandes empresas y del 20% para las microempresas, aunque no prosperó. Añadió que una nueva propuesta debería superar ese 30% planteado hace dos años, considerando que el costo de la vida ha seguido en aumento.
En esta ocasión, Andrade estará acompañado por Ariel Muñoz, del Sindicato de Trabajadores de la Industria Eléctrica, y por Alexis Pineda, del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), mientras que los economistas Maribel Gordón y Jaime González actuarán como asesores técnicos de la representación obrera en la mesa del salario mínimo.
La división
Por su parte, Aniano Pinzón, presidente del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), afirmó que la instalación de la mesa del salario mínimo genera “mucha expectativa” debido a la coyuntura económica y a la negociación con un nuevo gobierno. Explicó que, en esta ocasión, el movimiento sindical no acudirá unido, ya que “Conusi es una central más y Conato agrupa a varias centrales”, aunque ambos coinciden en la necesidad de un ajuste.

“En su momento presentaremos nuestra propuesta basada en la canasta básica y el costo de la vida”, adelantó. Pinzón añadió que Conato aspira a establecer un solo salario mínimo nacional —y no dos escalas como en el pasado—, recordando que en revisiones anteriores la organización ha planteado cifras que rondan los $1,000 mensuales.
El Gobierno
La ministra de Trabajo anunció que la mesa del salario mínimo se instalará con la participación de representantes de los trabajadores —entre ellos Conato y Conusi—, del sector empleador —la Cámara Panameña de la Construcción (Capac), el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá—, así como de instituciones públicas como el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), el Ministerio de Salud (Minsa) y el propio Mitradel.
“Vamos a establecer la mesa y escuchar a los sectores, pero no se harán giras nacionales como antes. No habrá gastos excesivos”, advirtió la ministra, quien precisó que las sesiones se extenderán por seis horas diarias.
Muñoz subrayó que el país enfrenta una tasa de desempleo de dos dígitos y una economía en crecimiento “que aún no se refleja en la calle”, por lo que pidió “prudencia y sensatez” en las discusiones.
Los empresarios
El expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), Temístocles Rosas, expresó que el sector privado espera que la próxima mesa de salario mínimo se desarrolle “con diálogo y participación”, alejada de las confrontaciones ideológicas.

Señaló que el debate debe centrarse en la realidad económica de cada sector y región del país, recordando que “Panamá crece en números, pero no en generación de empleos”. A su juicio, la prioridad debe ser “prevalecer el criterio que permita crear más plazas laborales”, ya que —advirtió— “no todos los sectores pueden soportar un aumento en el salario mínimo”.
En la última negociación de 2023, la mesa del salario mínimo acordó un ajuste general que elevó el promedio nacional a $636.8 mensuales. El incremento se aplicó de forma diferenciada según el tamaño y la actividad económica de las empresas: 4.5% para las pequeñas, 6% para las grandes y 7% para las compañías del sector bananero, una de las principales fuentes de empleo en las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí.


