El Ministerio Público recibe entre tres y cuatro denuncias diarias por personas desaparecidas en distintas regiones del país. Aunque la mayoría de los casos logran resolverse con la ubicación de las víctimas, el flujo constante de reportes evidencia una tendencia preocupante que mantiene en alerta tanto a las autoridades como a las familias.
El fiscal Gustavo Barrera Barragán, titular de la Unidad Especializada de Personas Desaparecidas del Ministerio Público, reveló recientemente, durante una sesión de la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia de la Asamblea Nacional, que este año se han registrado 1,297 denuncias de desaparición a nivel nacional, de las cuales 1,175 personas han sido localizadas, lo que representa una efectividad del 90.5%.
“La principal finalidad de la unidad es ubicar a las personas, porque hacerlo en tiempo oportuno garantiza su seguridad y bienestar”, explicó Barragán.

Sistema unificado
Según el fiscal, la decisión de crear la unidad surgió tras detectarse un aumento en los reportes de personas desaparecidas y la falta de un sistema unificado de registro. “No se tenía claro cuántas personas eran reportadas a nivel nacional ni bajo qué figura penal: si era privación de libertad, secuestro o sustracción. Había una amalgama de situaciones”, detalló.
Desde su puesta en marcha este año, la unidad ha concentrado los reportes provenientes de todas las fiscalías regionales y ha cruzado información con la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), con el fin de consolidar una base de datos nacional. Este esfuerzo permitió, por primera vez, unificar cifras y prácticas de investigación en torno a la desaparición de personas en Panamá.
En su informe, Barragán precisó que, del total mencionado, 846 menores de edad han sido reportados como desaparecidos y que de ellos 792 han sido ubicados, lo que equivale a un 93.6% de efectividad.
“La ubicación de los menores es cíclica; se reportan nuevos casos y, a medida que son localizados, ingresan otros. Por eso es fundamental mantener un monitoreo constante”, explicó el fiscal.
Entre las herramientas que utiliza la unidad figura la Alerta Amber, activada en casos de alto riesgo para menores de edad. Barrera destacó que este mecanismo ha sido clave para localizar a decenas de niños y adolescentes en los primeros días tras su desaparición. “Las primeras 72 horas son cruciales. Cuanto antes se denuncie, mayores son las posibilidades de hallarlos con vida”, subrayó.
Las denuncias
El fiscal hizo un llamado a la ciudadanía a denunciar de inmediato la desaparición de familiares o allegados, sin esperar las 24 o 48 horas que tradicionalmente se creían necesarias. “Ese cliché no aplica. Apenas una persona no llega a casa o se pierde contacto, se puede acudir a las agencias del Ministerio Público a presentar la denuncia”, enfatizó. Una vez recibida, los equipos inician la búsqueda mediante la verificación de cámaras, entrevistas y rastreos en los últimos lugares donde fue vista la persona.
A pesar de los resultados, Barragán advirtió que la unidad enfrenta limitaciones de recursos humanos y presupuestarios. “Somos una unidad pequeña, de apenas ocho personas, incluyendo a este fiscal. Aun así, hemos logrado la ubicación directa de más de 120 personas”, afirmó. En varios de esos casos, los hallazgos fueron producto de investigaciones conjuntas con las fiscalías regionales.
Finalmente, el fiscal destacó que cada vez que se ubica a un menor reportado como desaparecido, se debe verificar si la desaparición constituye o no un delito. “Nuestro trabajo no termina con la ubicación. Debemos determinar si existió una conducta delictiva y remitir el expediente al despacho correspondiente”, puntualizó.
Casos emblemáticos
En 2025, dos desapariciones estremecieron a Panamá: la de Dayra Caicedo, estudiante de 23 años secuestrada en Arraiján por sujetos armados, y la de Víctor Arias Pezzotti, un joven de 26 años visto por última vez tras salir de la casa de su expareja en Aguadulce.

Mientras el caso de Caicedo generó una búsqueda nacional con más de 50 allanamientos —y su hallazgo sana y salva, 35 días después—, la desaparición de Arias permanece sin respuestas claras, pese al clamor de su familia y a los llamados en redes sociales.
Otro de los casos más dramáticos fue el de la desaparición de Esteban Danilo De León, un joven cuyo cuerpo fue encontrado este 5 de noviembre en el corregimiento 24 de Diciembre. La preocupación aumentó días antes luego de que las autoridades ubicaran, en el sector de Malengue, en Pacora, un vehículo que se presume le pertenecía.


