Política

Duelo, historia y comercio: la controversia que generó el decreto de Mizrachi para flexibilizar la ley seca del 9 de enero

MÁRTIRES Monumento a los mártires del 9 de enero en la avenida de los mártires. Archivo

El anuncio del alcalde de Panamá, Mayer Mizrachi, de flexibilizar la ley seca que rige cada 9 de enero, día de duelo nacional en conmemoración de la gesta patriótica de 1964, ha generado un intenso debate sobre la manera en que Panamá recuerda y honra su historia. Para algunos, la medida degrada la solemnidad de una fecha clave en la historia nacional, mientras que otros cuestionan la eficacia y pertinencia de mantener restricciones de este tipo en pleno siglo XXI.

Mayer Mizrachi Matalón, alcalde del distrito de Panamá. Mayer Mizrachi Matalón, alcalde del distrito de Panamá. Cortesía prensa Municipio de Panamá.

El 9 de enero y la identidad panameña

“La gesta del 9 de enero es un evento fundamental en la historia de Panamá porque marca el momento más crítico de un reclamo que había iniciado desde la fundación de la República en 1903: la recuperación del territorio completo de la nación,” afirmó el periodista y estudiante de último año de la carrera de historia Aristides Cajar Páez.

Cajar Páez recordó que el incidente de 1964, que derivó en la muerte de 21 panameños, fue el punto culminante de un movimiento que buscaba revertir la enajenación territorial generada por el Tratado Hay-Bunau Varilla.

El reclamo no solo era sobre el Canal, sino sobre el control pleno del territorio y los recursos. Esa lucha finalmente logró un cambio con los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que permitieron la devolución del Canal a manos panameñas en 1999. “Por eso, el 9 de enero representa un hito de soberanía nacional y la consolidación de nuestra identidad como país,” enfatizó.

MÁRTIRES Monumento a los mártires del 9 de enero en la avenida de los mártires. Archivo

¿Qué implica flexibilizar la ley seca?

La Ley 118 del 27 de diciembre de 2013, que declara el 9 de enero de cada año como día de la Soberanía Nacional y subrogó la Ley 13 de 1967, no menciona explícitamente la prohibición de vender bebidas alcohólicas, pero culturalmente esta restricción ha sido asumida como una forma de respeto a los mártires.

Mizrachi emitió el Decreto Alcaldicio 001-2025 el pasado 6 de enero, que suspende la venta y consumo de bebidas alcohólicas el jueves 9 de enero de 6 a.m. a 6 p.m. También ordena el cierre de bares, bodegas, cantinas, discotecas, parrilladas y demás sitios de diversión pública en el distrito de Panamá. Es decir, la restricción solo aplica durante 12 horas.

En palabras de Cajar, “la eliminación de la prohibición rompe con una tradición generacional de solemnidad y podría menoscabar la manera en que los panameños recuerdan este día.”

Sin embargo, el arquitecto Luis Alfaro sostiene una opinión distinta: “Las leyes secas no son ni patriotismo, ni duelo, ni honran. Son tercermundismo, autoritarismo y ridiculez. Y pérdida de tiempo hablar de esta estupidez varias veces al año. Tantas cosas importantes que debatir, que resolver y la misma cantaleta de ‘honro con prohibir libar’. Ni en el Vaticano en viernes santo, pero en Panamá si” escribió en la red social X.

Meses atrás, los dueños de bares y restaurantes solicitaron al alcalde no declarar ley seca en fechas como el 2 de noviembre, el 20 de diciembre y el 9 de enero, además de extender el horario de estos establecimientos en áreas como Casco Antiguo y Amador. De estas peticiones, solo la del 20 de diciembre fue rechazada, ya que ese día es considerado Día de Duelo Nacional por la invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989.

Aspectos culturales y generacionales

El tema también podría tener un impacto en la manera como las nuevas generaciones perciben los días de duelo. “Una medida como esta podría contribuir a diluir el significado histórico de la fecha”, planteó Cajar.

Por otro lado, también se ha argumentado que los panameños ya han transformado culturalmente el día. Muchas familias lo utilizan para actividades recreativas, como ir a la playa, lo que refuerza la idea de que la solemnidad ha sido reemplazada por un enfoque más relajado. Por lo que otros han sustentado que flexibilizar la ley seca podría beneficiar a los comercios locales, golpeados por la pandemia, y dinamizar la economía en un día que tradicionalmente genera poco movimiento.