Política

Al grano: Los 100 primeros días de Mulino, en la balanza

Al GRANO 9 OCT

Con respecto a las expectativas que había cuando Mulino ganó la elección, hoy, tras 100 días de su gobierno, podemos decir que la cosa va. Y como veníamos, eso es mucho.

Quizá su logro más plausible por ahora es haber abordado el tema del Seguro con fecha de cumpleaños. A eso le habían huido los últimos tres presidentes. Dos, salvo excepciones, hizo su gabinete con gente decente y profesional. Y tres, revocó la decisión de censurar las actas de Gabinete y publicó la identidad de los beneficiarios de los auxilios. Pero hasta Varela. Y no es que uno quiera buscarle el pero a todo, pero prometió publicar la misma información de Martinelli y de Torrijos, y eso no pasó.

Empezó a hacer conferencias de prensa semanales. Lo vemos. Existe. Eso es sano, porque venimos de un Presidente que se escondió en los momentos más difíciles. Por primera vez en 20 años tenemos un Presidente vestido de Presidente, haciendo de Presidente, desde la Presidencia.

En cada conferencia ha salido alguna noticia, pero (sí, pero) de otros gobiernos. La lotería electrónica, los auxilios, las vigas. Eso está bien y además es estratégico, porque pone al país a hablar de lo que él quiere, pero (sí, otra vez pero) falta ver esas denuncias en papel, no solo que él las diga. Y ver si denunciará los casos que se den en su gobierno.

Quizá lo más destacable de las conferencias es que Mulino ha sabido empatizar con la ciudadanía. Se ha indignado con el agua, las empresas de energía, con el Seguro y con Etelvina. Dijo lo que todos decimos. Pero lo dice el Presidente. Y eso pesa. Para bien y para mal. Él aprovecha la atención nacional como palestra para su desahogo semanal con descalificaciones a sus supuestos enemigos. Llamar enfermo a Varela, chiquillos a Vamos... Ahí no ataca él como persona: ataca el Presidente, el que tiene el poder. Y sería bueno que asimilara que la suya no es una opinión X.

A Mulino la crítica lo irrita. En las buenas es como el tío que parece bravo, pero que cuando le hablas es pasiero… pero la crítica saca su yo autoritario e intolerante. Y es que a ver. No puedes comprometerte a respetar la libertad de prensa y atacar a La Prensa por publicar el hecho, no subjetivo, de que nombró a su abogado como Procurador. Ni decir que el Pacto de Estado por la Justicia no es ni pacto ni justicia. La independencia va más allá de cumplir o no con los requisitos legales, sobre todo cuando venimos de un Ministerio Público obscenamente cercano a los presidentes de turno. Y ese nombramiento, aunque no le guste al Presidente, siguió con esa tradición, igual que el apoyo abierto a Bolo Flores como Contralor, lo que continúa con la racha de los contralores plegados al poder.

Tampoco podemos olvidar que tres días antes de entrar al poder, dos fiscales superiores, una de ellas la que lo investigó por los radares, fueron destituidos sin justificación ni proceso. Del otro lado, hasta ahora ha respetado la independencia de la Corte. Vamos a ver qué pasa ahora con el resto de los fiscales.

Otro ganchito: ordenó suspender la cuenta de la descentralización paralela. Hay que ver qué hace con los representantes que no rindan cuentas antes del 15 de octubre, plazo que él fijó. Ha tratado de poner orden en la frontera y consiguió que Estados Unidos pague la repatriación de los irregulares con casos pendientes. Otro poroto. Como cuando cuestionó sin tembladera el escandaloso fraude venezolano. También planteó la posición de nuestros intereses con respecto a las listas grises. Ya veremos qué le sigue al rofeo. Eso será lo verdaderamente importante.

La preocupación principal hasta de los que apoyaron a Mulino era si Martinelli iba a mandar. Eso no ha sido tan así, o no abiertamente. Para los que pensaban que iba a salir libre el 1 de julio, sigue encerrado. Logró colocar fichas prenditas, pero no todas las que quería. Y por otro lado, la Cancillería tiene 100 días viendo qué hace con él, mientras él hace política abiertamente y Mulino dijo que haría respetar la ley. Eso no pasó.

A diferencia del gabinete, es impresentable el nombramiento de embajadores, cónsules y notarios: parientes, amigos, socios, “periquitas” e incapaces conectados. Tampoco cambió el nepotismo, y si no que lo digan (entre otros, porque hay más) los hermanos de la Primera Dama. Confundieron el gobierno con la realeza, violando además el código de ética de los funcionarios.

Destaco como positiva la apertura de la embajada de Ucrania, aun con la incoherencia de que su bancada promueva la inclusión de Rusia en el Parlacen, perversa cueva de maleantes.

La economía cayó y el retail pasa páramos. Aun no se ve “el chen chen”, pero el pago a los proveedores y el recorte del presupuesto 2025 son un buen paso. Falta entender la baja en inversión, pero es un logro. Como haber cumplido con bajar a la mitad el presupuesto de la Asamblea. Que ha operado con menos, sí, también.

El mayor escándalo ha sido el convenio del Meduca para las laptops, habiendo escuelas sin agua, electricidad ni internet. Aunque quizá no se ve así porque estamos acostumbrados a escándalos nivel Odebrecht.

En fin. Van 100 días. Faltan mil 726. Presidente, bien por lo bueno. Necesitamos que le vaya bien. Elévese por encima del pasado, que tiene demasiado que resolver a futuro si quiere, como dijo, ser el Presidente que reforme este país.