Opinión

Vocación de la Escuela Presidente Porras, alma mater tableña

El 18 de septiembre de 1924 fue inaugurada la Escuela Presidente Porras, un legado para su amado pueblo natal, obra de Belisario Porras, el más grande estadista que ha tenido la República de Panamá. En palabras del entonces ministro de Educación, Octavio Méndez Pereira, la Escuela Presidente Porras sería una “Atalaya de luz en el Acrópolis tableño”.

La escuela fue construida sobre la finca “El Perú”, un terreno elevado que había sido la residencia de mis bisabuelos Pedro José Velásquez y Antonina Espino. En esa fecha ya vivían en ella mis abuelos Rosa Velásquez de Alba y Pablo Alba Palomino, junto con su numerosa prole, y las tías abuelas Isabel y Cristina Velásquez Espino.

Estas cortas líneas de evocación se concentran en el período de 1944 a 1949, durante el cual cursé estudios, aunque dos años antes ya había asistido al jardín de infancia en la misma escuela. Prácticamente vivía en ella, ya que para llegar solo tenía que cruzar la calle. Como si lo tuviéramos en la sala de nuestra casa, el reloj de la escuela nos impregnaba con su música cada quince minutos. ¿Funciona todavía esa maravilla traída de Suiza e instalada por el ingeniero Ladislao Sosa?

Mis maestros fueron: Elida Vásquez de López en el Jardín de Infancia y primer grado, Leticia López de López en segundo, María Santiago Ducasa de Díaz (Chaguito) en tercero y cuarto, y Elvia Vásquez de Justavino en quinto y sexto. Maestras competentes, educadoras exigentes, madres bondadosas y severas, a quienes guardo imperecedero recuerdo y agradecimiento. Nunca podré pagar todo lo que hicieron por mí y por sus otros educandos.

La escuela era administrada con disciplina y eficiencia por el director Guillermo Broce, a quien nunca vi reír, y como subdirector, el buenazo de José Guillermo Rivera (Chiche), a quien los estudiantes llamábamos Pepito. El maestro de agricultura, Nelito Ortiz, nos ponía a trabajar en un sembrado de berenjenas y a marchar como un Batallón Infantil en los desfiles de los Días Patrios en noviembre.

El maestro de gimnasia, Euclides (Quile) González, intentaba que lanzáramos la bola a la canasta durante la práctica de baloncesto. En Navidad nos organizaban como pastores y salíamos a cantar villancicos. Los actos de indisciplina se castigaban con reglazos en las manos o con quejas a los padres. No recuerdo reinados ni si había un cuadro de honor o grupo similar, pero sí había concursos de lectura y de composición. Triunfé en uno de estos últimos y recibí como premio un reloj de bolsillo que nunca funcionó.

La calidad de la instrucción era prioritaria. ¿Cierto, señor Braulio Montenegro, cuando venía a inspeccionar? Un egresado de la Presidente Porras se desempeñaba con éxito en cualquier escuela secundaria.

El año escolar iba de mayo a enero, nueve meses en los que el calendario escolar se cumplía rigurosamente. Solo durante tres días al año, además de las festividades patrias, se suspendían las clases: uno para revisarnos la cabeza y quitarnos los piojos, otro para darnos un tratamiento contra los parásitos —aún me estremece recordarlo— y en ocasiones nos llevaban al dentista, donde nos extraían piezas dentales sin anestesia.

También nos llevaban a la Biblioteca Carlos L. López, atendida por el bibliotecario José Alcides Alba Chanis. Todavía no he terminado de digerir la lectura de La Odisea de Homero. Sin perder clases, conmemorábamos el 28 de agosto y el 28 de noviembre, fechas del nacimiento y fallecimiento de Belisario Porras. ¡Qué diferencia con la actitud de los docentes de hoy, que pierden clases por motivos reales o inventados! Eran “otros tiempos y otras costumbres”, ¿verdad Cicerón?

De ese período recuerdo a compañeros del mismo nivel o de grados ligeramente inferiores o superiores. ¿Qué se han hecho? ¿Dónde están todos? Quiero verlos. Pónganse en contacto conmigo. ¡Tenemos mucho de qué hablar, compañeros del alma, compañeros!

Algunos nombres de aquella generación

A continuación detallo los nombres de algunos compañeros de aquella generación: Rolando (Yoyin) Sánchez, “Chico Coco” Sánchez, Ricaurte (Cati) Villalaz, Luz Elena Villalaz, Noris Chanis, Plutarco Ducasa, Luis Contini, Balbino Hernández, Segunda Velásquez, Artemio Saavedra, Eliades Trujillo, Rina Vásquez, Isaac Díaz, Lastenia Díaz, Lastenia Villarreal (Chichí), Rodríguez, Valerio (¿?), “Yingo” Melgar, Tobías (Cholo) Testa, “Paley” Testa, Tito Livio Espino, Abel (Vale) Espino, Edilma Espino, Rúrico Mendieta, Franklin Mendieta, Gisela Vásquez, César Augusto (Huto) Cedeño, Domingo Castillo, Gonzalo Molina, “Nono” Cano, Cervantes Cedeño (Vante), “Coco” González, Gurrumín González, Carlos Cordero González, René González, Lucho Chanis, Boris Chanis, Alejandro (Jandito) Madariaga, Licha Vásquez, Bolívar Barahona, Manuel Barahona, Acelas Tejada y Betty Tejada.

Además, “Chacho” Molina, Alvarito Tejada, René Díaz, Diomedes Díaz, Pedro Bravo (Pedrito Pólvora), Lisandro Díaz (Chandito), Graciela Díaz (Chela), Roberto Brandao, Chente Villalaz, Tingue Díaz, Chilito Díaz, Guillermina (Guillita) Ávila, Víctor (Vitito) Ávila, Estela Chanis, Domitilo (Tilín) Castillo, Horacio Chanis, Teresa De León (Tati), Gary Castillo, Guillermo (Yemo) Ávila, Alcira (Pinita) Broce, Fabio Pérez (El Acaudalado), Arnulfo González, Justo González, Zoila Elena Batista, Gloria (Yoyita) Broce, Leda López, Amparito Espino, Esperancita De la Barrera, Ruth Mirey (Niña) Decerega, Reinaldo Decerega, Roger Malvin Decerega (Rojito), Edwin Broce, Eutiquio (Tiquin) Broce, Elpidio Broce (Pillo), Noño Barrios, Elpidio (Pillo) García, Justo Federico (Pepo) Afú, Raúl Correa Papadópulos, “Chive” Correa Papadópulos, Rubén Darío Molina, Dorita Villalaz, Viterbo Villarreal, Gilberto Cedeño (Teto muleto, metete en el hueco, tapate con hoja, que nadie te coja), Orlando Chanis, Dilsa Nereida Cano, Berta Castillo, Dioscórides Vásquez (Colly), Fulo Vásquez, Alcibíades (Chavale) Vásquez y Carlos Lucas López.

Igualmente, Italina Afú, Kiko Afu, Marta Estela Benítez, Eneida (Nellita) González, Yolanda (Yoli) Arditto, Horacio (Lachito) Chanis, Nene Chanis, Boris Chanis, Moreno Chanis, Boris Barahona, “Nine” Barahona, “Pillo” Barahona, Longino Reyes, Camilo Castillero, Bolívar Melgar (Ña Sabina), Hortensia Villalaz, Amado Acevedo, Analio Acevedo, Marco Acevedo, Niña Alemán, Teobaldo Batista, Severito Batista, Salvador (Boly) Moreno, Noemí Moreno, Maximina (Minín) Moreno, Carlos Emilio Espino, Nery Vásquez, Rosa Velarde, Divo Vásquez, Roberto González, Jacinta González, Heliodoro (Lolo) González, Benilda González, “Lily” Castro, Belarmino Herrera, Tíscar De la Barrera, Jorge Luis Castro, Enrique Castro, José de los Santos Lucero, “Ñito” (familia Decerega), Elvirita Castro, Jorge Cedeño, Carlos Cedeño, Vionel Angulo, Eduardo (Chichito) Arrue, Jorge Céspedes (Guito), Atenógenes Céspedes, Edgardo De León M. (Chiche), Eira Céspedes, Enelda (Mamy) Castro, Bernardo (Benny) Selles, Santiago (Yimi) Selles, Edna Bustamante, Ricaurte Rivera, Rodolfo (Chofo) Rivera, Samuel Cedeño, Norma Hegenbarth, Dorita Hegenbarth, Delia Gáez, Quico Quiel, Eddy McFarland, Juan A. Tejada Mora, José Evaristo Mora (Varisín), Moisés González (Mamabila), “Choco” Chanis (Chocu, querei Cocu?), Ligia Batista, Abel Pérez, Zoila Elena Batista, Abelito Vargas, Víctor Raúl Quintero, Lucho Montenegro, Enelda Montenegro, Gilberto González, Eule González, Baldomero Cano (Mimío), Elvia González, Menchita Urriola, Sergio Pardo y “Viejito” Muñoz.

El autor es ciudadano