Opinión

Tal Cual

¿INVITACIÓN? PAGADA. El refugiado divulgó en sus redes este fin de semana una fotografía de su diputada y abogada Sherly Castañeda, -además de otros “distinguidos panameños”, entre ellos, el también abogado Ángel Álvarez- en un evento en la residencia del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. No era que ella o sus acompañantes estuvieran invitados, sino que era una actividad en la que los asistentes debían pagar $25 mil por mesas de 10 personas. Por ese precio, además de las fotos, recibirían DVDs y una bolsa con presentes, incluso 3 minutos al micrófono. ¿Qué se les habrá ocurrido decir? ¿¡Libertad para el condenado!? ¿O un discurso sobre qué hay pa’ mí?

AMIGOS Y NEGOCIOS. El marido de una política y funcionaria coclesana organizó este fin de semana una parranda privada para agasajar a un número plural de empresarios, que bailaron y gozaron con los acordes del acordeón de un destacado tipiquero. Los agasajados, al mismo tiempo, eran contactados uno a uno por el organizador y su gran familia política -que toda está nombrada en el Gobierno- para hablar, como quien no quiere la cosa, de negocios. No hay duda de que esta gente sabe mezclar muy bien los negocios y los placeres.

NI HACHA NI CALABAZA. Por cierto, el marido de otra de las damas de esta familia -casado con la más encumbrada de todas- tras las elecciones y de que su esposa fuera investida en el cargo que hoy ocupa, se fue al aeropuerto de Tocumen, donde exigió tres locales comerciales en una de las terminales. El gerente, tocó la puerta en el Palacio de las Garzas y el asunto murió sin mayor trascendencia, pero después de un trepaquesube. El señor, tristemente, no podrá vender sombreros pinta’os a los turistas. ¡Que lástima!

TIRO POR LA CULATA. Chichi de Obarrio se quejó públicamente de qué hay una persona que utiliza su nombre completo para enviar correos como si fuera él desde una cuenta de Outlook, por lo que procederá a interponer una denuncia. Será difícil investigar sin su computadora, a menos que lo hagan las autoridades italianas. Y por lo que hemos visto del contenido de su computadora, es probable que de víctima pase a ser victimario.