Opinión

Las comunidades religiosas y su propósito de servir (I)

Las comunidades religiosas del mundo, que atienden a una gran parte de la población, contribuyen al bien público diariamente. Proporcionan servicios esenciales en salud y educación, apoyan a los indigentes, trabajan para prevenir conflictos y consolidar la paz, además de ofrecer esperanza y sentido a innumerables vidas.

Su conocimiento, experiencia y compromiso con los derechos humanos y la dignidad pueden enriquecer los procesos de formulación de políticas en todos los niveles de gobernanza. La participación de las comunidades religiosas puede mejorar la creación de políticas y aumentar la participación ciudadana en su implementación.

Brasil, que durante mucho tiempo ha sido testigo de la colaboración religiosa creativa, está bien posicionado para incorporar esta idea, ya que el compromiso político con las comunidades religiosas debe ser una prioridad.

Las religiones, sean antiguas, nuevas o emergentes, abordan desafíos, describen la respuesta mundial hasta el momento, ponen énfasis en la justicia social, evidencian la necesidad de reformar la gobernanza global, presentan respuestas religiosas y formulan recomendaciones. Por estas razones, las instituciones religiosas deben dar ejemplo, ya que existen oportunidades para la colaboración interreligiosa en campañas de concienciación sobre el cambio climático, proyectos colaborativos y la complementariedad entre la ciencia y la religión.

Las comunidades religiosas deben cooperar con otras organizaciones, hacer que los gobiernos y responsables de la toma de decisiones rindan cuentas, y ser una voz poderosa en el apoyo a la transformación de las empresas y el sector corporativo hacia la responsabilidad social, ambiental y financiera. Asimismo, deben trabajar por la transformación de las comunidades a nivel local hacia alternativas más amigables con el clima y estilos de vida más moderados, destacar el importante papel de las mujeres en la acción climática y sensibilizar a niños y jóvenes sobre los desafíos del cambio climático, ayudándolos a superar la ansiedad climática mediante acciones prácticas.

El objetivo común de las comunidades religiosas en todo el mundo es servir y defender a los más vulnerables: ancianos, desempleados, indigentes, desplazados forzados y niños. Estas acciones incluyen el apoyo caritativo, el servicio compasivo y programas que promueven el desarrollo humano y comunitario.

El autor es ecologista