En La crisis del capitalismo democrático (2023), sir Martin Wolf, prestigioso economista y columnista del Financial Times, analiza las tensiones crecientes entre el capitalismo y la democracia liberal, advirtiendo que la relación simbiótica entre ambos —que generó estabilidad y prosperidad tras la Segunda Guerra Mundial— está en peligro. Según Wolf, esta alianza histórica está siendo erosionada por múltiples factores económicos, políticos y sociales, y urge una reforma profunda para evitar su colapso.
Wolf argumenta que el capitalismo democrático funciona exitosamente cuando los mercados dinámicos se combinan con instituciones políticas inclusivas. Sin embargo, este equilibrio se ha roto en las últimas décadas, especialmente debido al aumento de la desigualdad. La globalización y los avances tecnológicos han beneficiado desproporcionadamente a una élite económica, mientras que grandes sectores de la población —trabajadores y clases medias— enfrentan estancamiento salarial, inseguridad laboral y pérdida de oportunidades.
La desigualdad creciente no solo tiene consecuencias económicas, sino también políticas. Estudios como los de la OCDE muestran que la desigualdad frena el crecimiento, especialmente cuando afecta a los sectores más pobres, mientras que las políticas redistributivas no obstaculizan el desarrollo. Además, la concentración de riqueza ha llevado a la captura del aparato estatal por parte de las élites económicas, que influyen en las decisiones públicas a través de la financiación política, la manipulación regulatoria y la evasión fiscal. Esta situación socava la representación democrática y alimenta el desencanto ciudadano.
En este contexto, ha surgido una creciente polarización política. Las frustraciones sociales se canalizan a través de movimientos populistas, tanto de derecha como de izquierda, que rechazan los valores fundamentales del capitalismo liberal y la democracia. Wolf alerta que, sin una respuesta institucional adecuada, estas fuerzas podrían conducir a un autoritarismo creciente, como se observa en líderes como Donald Trump o Viktor Orbán, por un lado, o Chávez y Maduro, por otro, quienes debilitan las instituciones democráticas desde dentro.
Wolf retoma ideas de Daron Acemoglu y James Robinson en The Narrow Corridor, al señalar que una democracia liberal requiere un Estado fuerte pero controlado por una sociedad civil activa. Solo en ese “corredor estrecho” puede mantenerse el equilibrio entre seguridad, libertad y prosperidad. En contraste, los Estados frágiles o “Leviatanes de papel” —como ocurre en varios países latinoamericanos— resultan ineficaces y fácilmente capturados por élites depredadoras.
Para salvar el capitalismo democrático, Wolf propone una serie de reformas estructurales. Estas incluyen fortalecer los sistemas de protección social mediante seguros de desempleo, salud universal y pensiones dignas, así como garantizar el acceso igualitario a la educación. Plantea la necesidad de impuestos progresivos que limiten la acumulación excesiva de riqueza y permitan financiar estos servicios. También aboga por reforzar la regulación del mercado, especialmente frente al poder monopólico de grandes corporaciones tecnológicas y financieras.
Además, es fundamental proteger las instituciones democráticas, la independencia del poder judicial y la libertad de prensa. Solo con un Estado de derecho fuerte y medios libres se puede evitar el abuso de poder y mantener informada a la ciudadanía. Wolf también destaca la necesidad de una cooperación internacional eficaz, especialmente para frenar la evasión fiscal global y evitar que las naciones compitan degradando sus estándares laborales o ambientales.
Wolf sostiene que la democracia con sufragio universal exige naturalmente seguridad económica, estabilidad, igualdad de oportunidades y límites razonables a la desigualdad. Esto requiere un “gran gobierno” en términos del siglo XXI, lo cual no es compatible con el ideal libertario de un Estado mínimo. Defender este modelo, según Wolf, implica rechazar implícitamente la democracia.
En resumen, La crisis del capitalismo democrático es tanto un diagnóstico como un llamado urgente a la acción. Wolf enfatiza que, sin reformas audaces, corremos el riesgo de caer en un capitalismo autoritario o en democracias inoperantes. La obra ofrece un marco integral para reconstruir el contrato social moderno, restaurando la confianza ciudadana y haciendo compatibles la eficiencia económica y la justicia social. En un contexto global —y especialmente para países como Panamá— sus ideas resultan profundamente relevantes.
El autor es médico salubrista.
