Opinión

Investigación y políticas públicas

Desde el surgimiento de Ciencia en Panamá, hoy en día una fundación sin fines de lucro, han sido nuestros objetivos popularizar la ciencia en Panamá y promover las políticas públicas basadas en evidencia. Sin embargo, para contar con evidencia es necesario investigar. Por eso hemos abogado por el aumento progresivo de la inversión pública en ciencia, tecnología e innovación (CTI) hasta el 1% del producto interno bruto (PIB) del país.

El poder adquisitivo de la ciencia panameña no es el mismo de hace 10 años. Lo afectan el aumento de los costos en los reactivos, insumos, equipos, instrumental, personal, utilidades, transporte, y todo lo demás que requiera el proyecto de investigación. Además, la investigación panameña debe proyectarse internacionalmente a través de publicaciones en revistas científicas de alto impacto y la participación en conferencias. Los costos para estos dos últimos rubros aumentaron luego de que Panamá fuera clasificada como un país de ingresos altos por el Banco Mundial en julio del 2018.

La publicación de artículos en revistas científicas permite a la ciencia panameña compartir sus resultados con el mundo, a un costo de al menos B/. 2,000.00 por artículo. En cambio, la participación en conferencias permite dar a conocer la ciencia panameña mediante posters, ponencias, talleres y mesas redondas. Esto facilita el intercambio de conocimiento, conocer colegas de otras partes del mundo y conectar con colegas para desarrollar futuras colaboraciones y mantener las ya existentes.

Esta semana inició una nueva administración gubernamental, entre cuyos retos destaca el presupuestario. Pasarán algunas semanas antes de que conozcamos en detalle su impacto en los diversos sectores. Entretanto, recordemos que Panamá invierte aproximadamente 0.13% del PIB en ciencia, tecnología e innovación, pero este monto se reduce al 0.08% si restamos la inversión que realiza el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI). La media de la región latinoamericana es de 0.7%, en países que deben agregar a sus retos la devaluación de sus monedas frente al dólar.

El desarrollo de nuestro sector científico es indispensable para afrontar múltiples desafíos económicos y sociales a nivel nacional. Entre ellos, por supuesto, el de contar con políticas públicas basadas en evidencia, que solo adquiere validez depende de nuestra capacidad para hacer investigación a lo largo del tiempo.

La autora es toxicóloga, exbecaria de Senacyt, divulgadora científica e integrante de Ciencia en Panamá.