Tocar el dinero de las pensiones no es un simple delito: es una traición. La Caja de Seguro Social es la columna vertebral de la vejez digna para cientos de miles de panameños y el caso de corrupción en el SIPE es una puñalada directa al corazón del sistema. Alterar historiales, reducir salarios a un dólar y borrar deudas a empleadores morosos fue más que un fraude de $800 mil: fue un asalto al futuro de trabajadores honestos. Por cada cotización manipulada, hay una pensión recortada. Por cada cómplice que queda libre, se pierde confianza en las instituciones. Han pasado siete años y apenas hay cinco condenas. Las penas, muchas veces simbólicas, no están a la altura del daño causado. Solo un funcionario de la CSS fue sentenciado. La justicia debe ser ejemplar, no decorativa. No castigar con firmeza esta red corrupta es permitir que otros lo vuelvan a hacer. Los panameños no perdonan a quien juega con su retiro.
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Hoy por hoy: Jubilaciones en riesgo: justicia que no puede esperar
28 jul 2025 - 05:05 AM