Hoy lunes inicia un diálogo crucial para la nación: la discusión sobre las reformas necesarias para la Caja de Seguro Social. Estamos ante una oportunidad histórica, en la que los intereses personales, gremiales o partidarios deben ceder ante una premisa superior: el bienestar del país. Todos, sin excepción, tendremos que hacer sacrificios si realmente queremos un sistema de salud y jubilación que sea sostenible y solidario. El debate debe estar cimentado en datos y argumentos sólidos, alejados de las usuales retóricas vacías. Las razones para la desconfianza son comprensibles, pues cada gobierno ha abusado de su posición, desviando los recursos públicos y erosionando la confianza de la ciudadanía, por lo que el gobierno actual tiene el deber de escuchar atentamente y ser radicalmente transparente en cada paso del proceso. Estamos ante una oportunidad única de construir un sistema de salud centrado en las necesidades reales de las personas, y un sistema de jubilación que asegure una vida digna para todos. Este diálogo debe ser el comienzo de un nuevo pacto social en el que prime el interés nacional.
Opinión