Opinión

Hoy por Hoy

En estos momentos decisivos, la Corte Suprema de Justicia de Panamá enfrenta una prueba de integridad al deliberar sobre la constitucionalidad de una candidatura presidencial. Este tribunal, que previamente demostró su capacidad para alcanzar incluso a los corruptos más poderosos y resolvió un caso crítico de inconstitucionalidad que mantuvo al país en vilo, tiene ahora la oportunidad de reafirmar su compromiso con la imparcialidad y la justicia. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, la prontitud y la transparencia son cruciales. Esta decisión no solo determinará el futuro inmediato, sino que también será un testimonio de la continua lucha contra la corrupción en las más altas esferas. Confiemos en que los magistrados actuarán con la fortaleza necesaria para reforzar nuestras instituciones y el Estado de derecho. La Corte Suprema tiene la oportunidad de emitir un veredicto que no solo disipe dudas, sino que también fortalezca la confianza del pueblo en nuestro sistema judicial. Que su fallo sea un hito de justicia que revitalice la fe en nuestra nación y en su capacidad de autogobernarse con principios y valor.