Opinión

¡Felicitaciones Presidente, se ganó el Gordito sin comprar el billete!

¡Qué gran suerte ha tenido con lo de la amenaza de Donald Trump de recuperar el Canal de Panamá! Trump ha puesto a Mulino en primera plana en los medios internacionales más importantes, o sea que le dio relevancia por todo el mundo dejando de ser un personaje poco conocido. ¡Quién hubiera pensado que esto podía pasar! La proyección internacional de nuestro mandatario supera todas las expectativas, así que veremos qué buen provecho le saca a esto.

Digo que se ganó el Gordito porque su pasado inmediato local estaba opacado por todos los desaciertos y de la nada surge esta amenaza que lo sacó a flote, pues puso el dedo en la herida que une a todos los panameños: ¡La soberanía y nuestro canal!

Recordemos que su puesto presidencial se lo debe a una alianza reprochable entre políticos desvergonzados y a un sistema electoral democrático defectuoso, donde las dos terceras partes de los ciudadanos no votaron por usted. Su popularidad había ido en constante descenso desde que se instaló en la silla presidencial, ya que, con el pasar de los días, la desilusión entre los ciudadanos fue aumentando porque salió a relucir que “Martinelli es Mulino y Mulino es Martinelli”. Esa duda ya fue disipada, pues lo que actualmente tenemos es un gobierno compartido y un convicto con impunidad que vive a sus anchas en su refugio diplomático desde donde dirige al Cartel de las Sanguijuelas.

Su popularidad continuaba en picada desde que se aprobó un exabrupto presupuesto para el año 2025, su incapacidad de cumplir su promesa de campaña de sanear las finanzas del Estado y combatir la corrupción, y el colmo de pedirle a la ciudadanía y a la empresa privada que se sacrifique en un proyecto de reformas a la Caja de Seguro Social donde el Estado no se ha sacrificado en nada.

Que no se nos olvide que en el tiempo de la pandemia la gran mayoría de los funcionarios recibían íntegramente su salario, incluyendo botellas, queridas, y nombramientos políticos, mientras que los contratados por el sector privado recibían reducidos, horas de trabajo recortadas y algunos quedaron cesantes que luego no pudieron conseguir trabajo o, si lo consiguieron, fueron con remuneraciones menores a las que estaban acostumbrados. El Estado, muy feliciano, sin ninguna medida de austeridad comparable con la del sector privado, continuó pagando cargas salariales abultadas que fueron financiadas a punta endeudamiento. Entonces ahora se debaten proyectos de reformas a las leyes que regulan la Seguridad Social, donde el meollo del asunto es el sacrificio que se le pide a los empresarios y a la juventud al aumentarle las edades de jubilación, pero sin tocar nada que parezca un sacrificio por parte del Estado ni de los funcionarios bendecidos.

En estos momentos su popularidad en el ámbito local está volando por todo lo alto, por lo que pareciera oportuno que usted ocupe el sitial de “mero macho” que le corresponde, eliminando el cogobierno que tiene y tome control absoluto del Cartel de las Sanguijuelas, que es la peor piedra que tiene en su camino. Recuerde que cuatro años y medio más de lo mismo; ñagare.

Empiece inmediatamente a disminuir el tamaño del Estado, lograr pasar las leyes correspondientes y póngase en la tarea de eliminar B/.5,000,000,000, leyó bien; cinco mil millones de balboas en el año 2025. Sáquele provecho al exabrupto de Donal Trump e imítelo estableciendo un Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés) para desmantelar la burocracia gubernamental, modificar o derogar las leyes absurdas, recortar los gastos innecesarios, combatir el despilfarro, el fraude masivo y reorganizar el andamiaje estatal fusionando o eliminando entidades que a todas luces son superfluas. Que este departamento no sea permanente, sino que tenga una duración definida y que al 31 de diciembre de 2026 quede disuelto. Solo le toca escoger la persona idónea, honorable e incorruptible, sin lazos o deudas políticas con su respaldo irrestricto para. que dirija este departamento.

En este momento tiene un respaldo masivo de la ciudadanía para neutralizar el Cartel de las Sanguijuelas, acabar con el gobierno paralelo y realmente convertirse en el estadista que va a enderezar el Estado para así pasar a la historia. De lo contrario, será recordado como “Martinelli es Mulino y Mulino es Martinelli.

El autor es ciudadano.