Opinión

Estrategia de comunicación omnicanal: el reto de conectar con las audiencias

Para todos es claro que la comunicación ha evolucionado significativamente, impulsada por la digitalización y las crecientes expectativas de los consumidores y las audiencias en general. Las empresas ya no pueden depender de un solo canal para comunicarse con su público; necesitan una estrategia omnicanal que les permita interactuar de manera coherente y fluida a través de múltiples puntos de contacto.

La omnicanalidad en la comunicación corporativa se refiere a la integración e interconexión de todos los canales de comunicación de la empresa, tanto físicos como digitales, para ofrecer una experiencia consistente y unificada al usuario.

Esto significa que las audiencias pueden comenzar su interacción con una empresa en un canal y continuarla en otro sin perder continuidad. Por ejemplo, un cliente puede empezar investigando un producto en el sitio web de la empresa, luego continuar la conversación con el servicio al cliente a través de redes sociales, y finalmente realizar la compra en una tienda física, todo ello con una experiencia coherente y sin fricciones.

Más del 80% de los clientes utilizan 3 o más canales para comunicarse con una marca; por ello, la omnicanalidad es esencial para construir relaciones sólidas y mantener la relevancia de la marca. Las empresas que implementan una estrategia omnicanal efectiva puede mejorar la conexión con sus audiencias, permite una gestión más eficiente de los recursos, ya que un mensaje centralizado se puede distribuir y adaptar a diferentes canales sin duplicar esfuerzos.

Una estrategia omnicanal también permite potenciar la visibilidad de la marca, ya que estar presente y bien integrado en varios canales asegura que la empresa esté en la mente de la audiencia en diferentes momentos y contextos.

El primer paso para implementar una estrategia omnicanal exitosa es entender profundamente a las audiencias clave de la empresa. Esto incluye conocer sus preferencias de comunicación, sus comportamientos en línea y fuera de línea, y las plataformas que prefieren usar. La segmentación del público y la creación de perfiles de cliente ayudan a personalizar el mensaje en cada canal.

Para que una estrategia omnicanal funcione, los canales de comunicación deben estar perfectamente integrados. Esto implica que el sitio web, las redes sociales, el correo electrónico, el servicio al cliente, los chatbots y los puntos de venta físicos compartan la misma información y estén sincronizados en tiempo real.

A pesar de que cada canal puede requerir un enfoque específico, es fundamental que el mensaje sea coherente en todos ellos. La identidad de marca, los valores y la propuesta de valor deben ser los mismos, independientemente de si el cliente está interactuando a través de un anuncio en redes sociales, una llamada telefónica o una tienda física.

La omnicanalidad en la comunicación corporativa es esencial en un mundo donde las distintas audiencias exigen una interacción fluida y coherente. Implementar una estrategia omnicanal efectiva mejora la experiencia de marca y su reputación.

El autor es experto en reputación corporativa, comunicación estratégica y manejo de crisis