Opinión

El rejuego político, como si la gente le importara

Pretenden mantener a la ciudadanía entretenida aduciendo que todos pueden participar y aportar ideas al debate de las reformas al proyecto de ley Caja de Seguro Social (CSS) haciéndonos creer que vivimos en plena democracia y que el poder emana del pueblo. La historia nos recuerda el tiempo de los emperadores romanos cuando decían algo como “circo a los plebeyos para entretenerlos”. Ya salieron payasos de ultratumba a robar tribuna: Uno contribuyó significativamente al deterioro de la CSS durante su mandato y otro, un político con una trayectoria sin capacidad para aportar nada.

No se ha hecho, y si lo hizo no se nota, para combatir la corrupción ni para la contención del gasto, eliminando asignaciones innecesarias y nombramientos de botellas complacer a su gente que tienen dentro de su propio ambiente. En sentido opuesto, se le está pidiendo sacrificio a los jóvenes, a los empleadores y ahora surge una amenaza a los jubilados de que no va a haber dinero para el pago de sus jubilaciones, cuando lo que hay es plata, pero sobran los ladrones. Los verdaderos delincuentes están nombrados y los tiene también en un grupo legislativo aplastante que se caracteriza por la sinvergüenzura, falta de ética, honorabilidad y es quien aprueba las leyes. Constantemente nos dan ejemplos de deshonestidad como fue el desfalcar B/.505 millones al presupuesto de educación y utilizarlos pagar cuentas que lo más seguro implican “cash back”. ¡No se detienen! La única contención implementada es la de los buenos actos.

Le está pidiendo a la sociedad abordar las reformas a la CSS con seriedad, pero no está dando el ejemplo ni haciendo nada para demostrar seriedad, ya que el problema radica en el órgano más sensible del cuerpo: el bolsillo y no quiere, o mejor dicho no puede, afectar al “Cartel de las sanguijuelas”. Que fácil pudo haber sido, si antes de presentar este proyecto de ley, rebajara la planilla abultada que tiene la CSS, exigirles a los médicos que cumplan presencialmente su horario de trabajo, igual que cualquier otro funcionario, y lo esperado por todos los asegurados: que haya abastecimiento de medicinas, y en estos 150 días no se nota mejoría.

Gran acierto si el Estado hubiese cancelado las deudas con la CSS que rondan por B/.135 millones en el sector judicial y B/.24millones en el sector estatal en lugar de esos traslados de partida por B/.505 millones para activar el “cash back” para satisfacer el apetito voraz de esos delincuentes. Esto hubiera aportado credibilidad, pero en cambio en el proyecto de ley de la CSS solo hay promesas sin sacrificios de ninguna índole par parte del Estado. Con la prepotencia dictatorial como si estuviera blandiendo un machete, salió a decir que, si no se aprueban las reformas, los jubilados no van a cobrar completamente su pensión en enero 2025, o sea que ahora piensa sacrificar también a los jubilados en lugar de tomar las medidas correctivas en el Estado. ¡Hasta cuándo el engaño! Le toca al Estado dar el primer paso y tomar las acciones necesarias para corregir el estado putrefacto de este gobierno y luego, después de ver resultados, continuar con el debate de las reformas a la CSS, ya que las realidades podrían ser otras. Prometer aportes de B/.1,200 millones es una falacia, pues no está en el presupuesto del año 2025 o sea otra promesa que no van a poder cumplir por falta de fondos en el Estado.

¿Qué le parece modificar el sistema de remuneración de cónsules y notarios a uno de salario fijo como el resto de los funcionarios, en vez de permitir legalmente que una cantidad exorbitante de dinero ingrese a los bolsillos de los patrones en lugar del erario? De seguro le ingresarían varios cientos de millones de balboas al año al Tesoro Nacional, pero en detrimento de los patrones privilegiados pues se les acaba el “cash back”.

La indiferencia hacia la mayoría de la gente ha estado creando expectativas a los ciudadanos que Panamá sería el lugar donde todos quisiéramos vivir, y no ha hecho nada importante en esa dirección y todo ha sido “puro tilín tilín y nada de paleta”. Quítele un real a los jubilados y verá como los tranques de la Suntrac parecerán “niños de pecho” a los que le harían los jubilados.

Alerta ciudadana: ¡Peligro inminente! Nos están dando circo con la pantomima de la supuesta participación ciudadana para diluir sus responsabilidades y va a terminar el “Cartel de las sanguijuelas como siempre, haciendo lo que les da su corrupta gana. Errar es de humanos, pero errar tanto demuestra carencia total del buen juicio.

El autor es ciudadano