Ha terminado la temporada regular de 2024 y, en realidad, deberíamos enfocarnos en los temas relacionados con ella y su respectiva postemporada. Sin embargo, la infausta noticia de la desaparición física del indomable Pete Rose nos obliga a comentar sobre su vida y logros.
Ante todo, Pete Rose fue el único pelotero que logró conectar 4,256 imparables en un período de 23 temporadas, en las cuales jugó en 3,562 partidos. Bateó para .303, tuvo un total de 15,890 turnos, disparó 160 cuadrangulares e impulsó 1,314 carreras. Rose, a sus 83 años, falleció y las causas de su muerte aún no han sido anunciadas.
Este jovencito de 22 años se incorporó en 1963 al equipo de su ciudad natal, Cincinnati, Ohio, y comenzó una carrera que, por muchas razones, buenas y malas, se convierte en una novela del béisbol. Su estilo siempre fue agresivo y, a no dudarlo, era un genio con el bate. Se desempeñó con gran eficiencia originalmente en la segunda base y luego fue utilizado en los jardines, así como en la tercera y primera base. Formó parte de la gran “maquinaria roja” de los años 70, sobrenombre que se le daba a su equipo, los Rojos de Cincinnati, por la impresionante cantidad de jugadores estelares que lo acompañaban. Entre otros, se distinguían Johnny Bench, Tony Pérez, Joe Morgan y David Concepción.
Rose fue parte del equipo de los Rojos de Cincinnati de 1975, donde fue escogido como el Jugador Más Valioso. Ese año, enfrentaron a los Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial, considerada una de las mejores de la historia. Los Rojos ganaron en 7 juegos. El siguiente año, fueron nuevamente a la Serie Mundial, esta vez frente a los Yankees de Nueva York, a quienes barrieron en cuatro juegos.
En 1978, Pete Rose acaparó la atención del público cuando amenazó el histórico récord de Joe DiMaggio de 56 juegos consecutivos bateando imparables. Se quedó corto, pues solo logró conectar en 44 juegos, lo cual ya era una proeza.
No tenemos suficiente espacio para describir todas las hazañas de Pete Rose con el bate, pero los técnicos más reputados de las mayores lo califican como el mejor bateador de la historia, algo evidenciado por su récord, que hasta ahora parece inquebrantable.
La parte negativa de la vida de Pete Rose inició en 1989, cuando fue acusado de involucrarse en apuestas relacionadas con los resultados de juegos de béisbol. Esto fue admitido por Pete, pero siempre negó que sus apuestas fueran contra su propio equipo. Esta acusación mantuvo a Rose alejado del béisbol y de la posibilidad de ingresar al Salón de la Fama, algo que habría logrado fácilmente si no fuera por la seria acusación de apuestas, que ponía en peligro la existencia del béisbol como un deporte profesional y serio.
Aunque pienso que, después de su muerte, Rose será admitido en el Salón de la Fama, no se puede negar su destreza, habilidad y maestría con el uso del bate de béisbol, a pesar de su gran error de involucrarse en apuestas.