Opinión

Al grano: la mano que mece la cuna

Al Grano


Hay quienes sirven al Estado, hay quienes se sirven del Estado y luego están a los que el Estado les sirve. Y en estos días el Estado volvió a arrodillarse ante Benicio Robinson.

Robinson fue impugnado por clientelismo y porque en teoría superó el tope permitido y no lo reportó. Y el TE no admitió la denuncia porque el impugnante no presentó las facturas. ¿Cómo el impugnante va a tener las facturas del otro? ¿Y facturas de qué, si en teoría no las reportó? O sea, querían que el demandante investigara. Ahora el impugnante apeló y les toca a los magistrados resolver. Luis Guerra llegó al TE como producto de la extorsión de Benicio a la Corte a cambio de nombrar a Ariadne García y no a su ficha Armando Fuentes en la Sala Penal. Así que dudo que investiguen. Pero la pregunta es cómo ese señor siempre cae parado. Por algo le dicen el gato. Y tiene más de siete vidas.

Benicio, que lleva siete periodos como diputado, surge como transportista, como parte de ese gremio extensivo del PRD y los militares que, por los corruptos cupos, históricamente transa con los gobiernos a punta de favores. De ahí su capacidad de manejar gente. En 1979 se inscribió en el PRD; ese año entró al Mida y de 1981 a 1984 fue legislador suplente. En ese tiempo también estuvo en el BDA y gerenció la extinta Corporación de Desarrollo Integral de Bocas. Fue diputado de 1985 a 1994 y en el 2000 volvió a la Asamblea, donde seguirá cinco años más “duélale a quien le duela”, como dice él.

Y sí, duele. Porque no miente cuando, cual cacique, habla de Bocas y su entorno indígena como su provincia. Una provincia donde una compañía (la United Food Company) lo decidía todo. Ese es el concepto de poder que le quedó a él.

Y eso incluye la parte política y la empresarial. Por eso preside el PRD desde el 2012 y también la comisión más poderosa de la Asamblea. La que entre acuerdos y extorsiones, en un cuartito decide cuándo y entre quiénes mover la plata en este país. Y a espaldas del pueblo, porque decidió volver secretas las actas.

En el PRD tampoco pasa nada sin su aval. Él desbancó a Francisco Artola y a Mario Miller, y ha escalado al punto que sin su visto bueno nadie se “gana” una candidatura del PRD. Su participación fue trascendental, por ejemplo, en la histórica pelea de Martín y Navarro. Luego se peleó con Martín. Y así con todos. En los partidos el poder lo tiene el secretario general; el presidente es figurita. Pero a él todos le deben favores y eso le da poder.

Benicio dice que nació pobre y ahora es un “empresario exitoso”. La pregunta es cómo, si siempre ha sido funcionario. Cupos, agricultura, transporte, aerolínea, ferry, pangas, gasolineras… más lo que niega frente a una rampante falta de rendición de cuentas que nadie investiga.

Y siempre cae parado. Participó del esquema de desviación de fondos en el Fis. Cayó parado. Recibió bolsas de comida compradas por el Pan. Cayó parado. Fedebeis, que preside, compró bates de $380 que nunca entregó. Cayó parado. Se le dio dinero para masificar el deporte en zonas sin canchas. Cayó parado. Estuvo metido en las partidas circuitales. La Corte decidió no investigarlo (el Estado a su servicio) y cayó parado. Bagatrac, coimera confesa, le donó a su campaña y hubo denuncias de que le hizo tres casas por $20 mil. Cayó parado. Le dio contratos publicitarios a su donante Mario Barletta. Cayó parado. Su nuera es cónsul; su hijo “promotor deportivo”, su hija está en Etesa y su hijo es jefe legal del Seguro, entidad que él controla. Cayó parado. Creó corregimientos ilegales. Cayó parado. Está vinculado a ocho organizaciones con cupos. Cayó parado y además quedó La Prensa multada por publicar su foto sin su permiso. De nuevo, el Estado a su servicio. Logró que por Presupuesto pasaran todos los traslados de partida de todas las instituciones y que si no lo veían en 15 días se aprobaran solos. Y como él hace la ley y la trampa, llevan tres semanas sin reunirse y ahí están los traslados aprobándose en automático. Y Bocas fue la provincia consentida de Pandeportes y de la descentralización, pero ni agua tiene para apagar incendios.

Y ahí sigue atornillado el gamonal, bastante lejos de la pobreza en que nació. Ahora le heredó la curul al hijo y él irá al Parlacen. Cayendo parado, otra vez.

Benicio es la antítesis del mensaje que dio el pueblo en las urnas. Protagoniza la degeneración política en perjuicio de la ciudadanía y está posicionado en un anclaje de poder que solo el TE podría romper. A ver si esta vez sí dan la talla.