Opositores nicaragüenses demandaron este jueves a la comunidad internacional aislar al Gobierno de Daniel Ortega por pretender consolidar un “modelo de dinastía” en Nicaragua por medio de una reforma a la Constitución en la que plantea suprimir la separación de poderes, establecer la figura de “copresidenta” y ampliar de cinco a seis años el período presidencial.
“Demandamos de la comunidad internacional mayor apoyo y acompañamiento en acciones concretas a través de los gobiernos que nos han mostrado su solidaridad, organizaciones de sociedad civil y organismos financieros del mundo democrático que colaboren con el aislamiento máximo de la dictadura en todos los niveles”, instó el grupo de opositores nicaragüenses en una declaración.
En el documento, suscrito por los dirigentes opositores Lesther Alemán, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, también solicitaron a la comunidad internacional “una revisión urgente de las relaciones diplomáticas y comerciales” con Nicaragua, “que definan posiciones claras frente a esta masacre en hechos y ahora decretada en leyes aberrantes”.
“Exhortamos a la comunidad internacional a que asuman la responsabilidad de proteger la democracia, los derechos y la justicia en nuestro país y la región”, continuó el grupo en la nota leída por la dirigente estudiantil Dolly Mora.
En su propuesta de reforma constitucional, Ortega propuso ampliar de cinco a seis años el período presidencial, establecer la figura de “copresidenta” y que el Ejecutivo coordine los demás poderes del Estado.
También propone incluir como símbolo patrio la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido en el Gobierno desde 2007, que el Estado es “revolucionario”, y crear una Policía Voluntaria como cuerpo auxiliar y de apoyo a la Policía Nacional -que según opositores se tratan de fuerzas parapoliciales y paramilitares-.
‘Consolida el modelo de dinastía familiar’
Para ese grupo de opositores, Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, quieren aniquilar los cimientos del Estado y la República de Nicaragua con una reforma a la Constitución “a su medida”, que aplasta “nuestra legítima Carta Magna” para cumplir con “caprichos personales y seguir consolidando el modelo de dinastía” familiar.
“Esta reforma está diseñada a la medida del autoritarismo, control institucional, lealtades personales, represión, persecución y violencia que caracteriza a la dictatorial matrimonial”, indicaron los opositores, que la calificaron de “ilegítima en la forma y el contenido”.
A juicio de los disidentes, esa propuesta de reforma está “basada en la creación de nuevas figuras de poder para cumplir el deseo de Rosario Murillo que nunca podrá ser presidente mediante elecciones libres y democráticas”.
“Centralizar los poderes legislativos, judicial y electoral al poder ejecutivo es la evidencia de la paranoia que rodea a la pareja (presidencial) y a sus cómplices ante la desconfianza y hartazgo de miles de trabajadores del Estado”, añadieron.
En su declaración, los opositores hicieron un llamado a trabajar de manera conjunta en esta “nueva etapa de resistencia” que significaría esa reforma constitucional.
Además de Alemán, Chamorro y Maradiaga, firmaron el documento Yubrank Suazo, Haydee Castillo, Max Jerez, Luciano García, Alex Hernandez, Jasson Salazar Irving Larios, Alexa Zamora, Luis Blandón, Juan Lorenzo Holmann Marco Aurelio Peña, Grettel Campbell, Tamara Dávila, Yaritzha Rostrán, entre otros, y en su mayoría desnacionalizados.
La propuesta de reforma constitucional debe ser aprobada en dos legislaturas por la Asamblea Nacional (Parlamento), donde los sandinistas tienen mayoría absoluta. Se prevé que sea aprobada mañana en primera legislatura, y en el primer trimestre de 2025 en segunda legislatura.