El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, quien está exiliado, llamó este domingo a los católicos nicaragüenses a perseverar frente a los “sistemas dictatoriales” que polarizan y debilitan la lucha por la libertad.
“Los sistemas dictatoriales alimentan esta actitud en la gente con su retórica emocional y mentirosa, con la cual polarizan a la sociedad, debilitan la lucha por la libertad y atemorizan a la población”, señaló en su homilía el obispo Báez, muy crítico de los esposos y copresidentes nicaragüenses, Daniel Ortega y Rosario Murillo, por quienes el jerarca católico ha pedido que sean procesados como responsables de violaciones y crímenes en Nicaragua desde 2018.
“La dictadura quiere engañarnos, vendiéndonos soluciones económicas falsas y presentándose como los únicos capaces de representar al pueblo y sacarlo de la pobreza”, agregó en su homilía ofrecida desde Miami y publicada por el diario La Prensa.
Báez, a quien el fallecido papa Francisco ordenó dejar Nicaragua en 2019 por razones de seguridad, instó a los nicaragüenses a perseverar y a no dejarse engañar.
“Su táctica oscura es acumular más poder y control sobre la gente para enriquecerse ellos, desmantelar cada vez más la democracia para hacer de sus caprichos la ley, y consolidar un poder autoritario y dinástico que les asegure su permanencia en el poder y la supervivencia del sistema”, reprochó, sin mencionar a Ortega y Murillo.
El pasado 11 de noviembre, Ortega (1945), cumplió 80 años de edad delegando paulatinamente el poder a su esposa y ahora copresidenta, Rosario Murillo, de 74 años, y a sus hijos, principalmente a Laureano Ortega Murillo, encargado de las relaciones con China y Rusia y considerado como el ‘delfín’ por sectores de la oposición.
‘Jesús no quiere una Iglesia callada’
Por otro lado, el religioso destacó que “en una historia dominada por la arrogancia y la violencia, la Iglesia es la comunidad de Jesús que está al lado de los pobres y de las víctimas, dando testimonio de la misericordia y de la justicia de Dios”.
“Los días que vivimos confirman la palabra de Jesús. Sin embargo, cuando la Iglesia es perseguida no hay que desalentarse, ni caer en la resignación”, y que “Jesús le asegura a la Iglesia su presencia en medio de los conflictos y las persecuciones”, sostuvo Báez.
Subrayó que “en el momento de la persecución Jesús no invita al silencio, no quiere una Iglesia callada, sino una Iglesia que hable con sabiduría, que sepa decir la palabra de la verdad con mansedumbre, pero con claridad y valentía”, y que “el reto es responder y denunciar con verdad y valentía, pero sin odio ni resentimiento; llamando a la conversión a todos y sin cerrar las puertas del corazón a nadie”.
Las relaciones entre el Vaticano y Managua atraviesan momentos de gran animadversión.
En marzo de 2023, el fallecido papa Francisco calificó como una “dictadura grosera” el Gobierno de Ortega en Nicaragua, un mes después de la condena por “traición a la patria” del obispo Rolando Álvarez a 26 años y cuatro meses de prisión, ahora exiliado y desnacionalizado.
Ortega, a su vez, disolvió y expropió a la Compañía de Jesús, orden a la que pertenecía el sumo pontífice, y también ha calificado de “mafia” y antidemocrática a la Iglesia.
Además, al menos 261 religiosos, incluido el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Carlos Herrera, han sido desterrados de ese país, como resultado" de la “persecución religiosa contra la Iglesia católica, según el informe titulado “Fe bajo fuego” de la ONG humanitaria Colectivo Nicaragua Nunca Más.


