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Los avances en financiación climática y transición energética marcan el desarrollo de la COP29

Reunión del COP29 en Bakú (Azerbaiyán). EFE Reunión del COP29 en Bakú (Azerbaiyán). EFE

La primera semana de la COP29, que tiene lugar en Bakú (Azerbaiyán) hasta el 22 de noviembre, ya ha dado sus primeros resultados en forma de compromisos económicos para ayudar a las regiones que sufren la emergencia climática sin haber contribuido a ella, y con iniciativas de países y empresas privadas como tasar con impuestos climáticos las criptomonedas y el plástico.

Las partes de la COP29 pidieron incrementar la meta de financiación climática, y de momento diez bancos multilaterales de desarrollo han anunciado que distribuirán 120,000 millones de dólares hasta 2030 entre países de ingresos bajos y medios.

Las instituciones, entre las que se encuentran el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Interamericano de Desarrollo, han explicado que 65,000 de esos millones procederán de la movilización del sector privado.

El sector privado, herramienta para financiar la crisis climática

Desde el sector privado, algunas empresas han tratado de buscar pactos sobre los mercados de carbono, punto clave en la mitigación del cambio climático. En este sentido, el director de Estrategia y Sostenibilidad de Moeve, Luc Steuns, ha asegurado en una entrevista a EFE que han aprendido “mucho” y mantiene “mucha ilusión” para que los pactos se consoliden durante el resto de la COP.

Desde el lado de los países, destacó el trabajo del Grupo de Trabajo sobre Exacciones Solidarias Globales (GSLTF por sus siglas en inglés), que lideran Kenia, Barbados y Francia y en el que también participan como observadores asociados España, la Comisión Europea o la Unión Africana, que presentó un informe en el que proponen impuestos sobre criptomonedas, plásticos y grandes rentas “con el fin de reducir la brecha de financiación mundial para el clima”.

En concreto, para las criptomonedas, debido a la “gran demanda energética de la minería” para obtenerlas, sugieren un impuesto de 0,045 dólares por kilovatio/hora; para los plásticos, entre 60 y 90 dólares por tonelada, y un impuesto del 2% para los multimillonarios.

Los países buscan sus alianzas

Por otra parte, los países están conversando entre sí para llegar a acuerdos de cooperación; es el caso de Costa Rica, célebre por la conservación y reparación de sus bosques: la nación centroamericana cerró acuerdos con Colombia e Israel para cooperar de forma ambiental y climática, compartiendo tecnologías o experiencias en la implantación de programas.

Sin embargo, el presidente de la COP29, Mukhtar Babayeb, advirtió de la urgencia de un acuerdo, ya que las regiones más afectadas “están esperando que mostremos liderazgo”, según dijo durante la inauguración del plenario. “Y no pueden permitirse el coste del retraso, así que potenciemos la ambición y hagamos posible la acción. Avancemos solidariamente por un mundo verde y pongámonos a trabajar”.

En este sentido, el secretario general de la ONU, António Guterres, también incidió en la necesidad de aumentar los fondos, “para que podáis proteger a vuestra población de los impactos climáticos, que cada vez son más fuertes y frecuentes”.