Benedict Garman y Barbara Metzler - BBC Verify
Israel ha destruido más de 1.500 edificios en zonas de Gaza que continúan bajo su control desde el alto el fuego que acordó con Hamás y que empezó el 10 de octubre, según imágenes satelitales revisadas por el equipo de BBC Verify.
Las nuevas fotos -de las cuales la última fue tomada el 8 de noviembre- muestran cómo barrios enteros controlados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han sido arrasados en menos de un mes, aparentemente mediante demoliciones.
Ahora, el número real de los edificios destruidos puede ser mucho mayor, porque algunas áreas no pudieron ser registradas por los satélites.
Expertos señalan que las demoliciones podrían violar algunos puntos del acuerdo de cese al fuego que contó con el respaldo de EE.UU., Egipto, Qatar y Turquía.
El portavoz de las FDI le dijo a la BBC que estos procedimientos cumplen todas las condiciones que hacen parte del cese al fuego.
En los 20 puntos planteados por el presidente de EE.UU., Donald Trump, en los que se basa el cese al fuego, se señala que “todas las operaciones militares, incluyendo bombardeos aéreos y uso de artillería, se suspenderán”.
Desde entonces, el propio Trump ha señalado que “esta guerra ha terminado”.
Pero la BBC pudo determinar mediante el análisis de imágenes satelitales que la destrucción de edificios por parte de las FDI continúa a gran escala.
Se utilizó un algoritmo de detección de cambios al analizar imágenes de radar tomadas antes y después del inicio del cese al fuego para resaltar los puntos diferentes.
Esto dio una idea del alcance de la destrucción, después se contaron manualmente los edificios visiblemente destruidos.
Examinamos los edificios destruidos detrás de la Línea amarilla -un límite que se extiende entre el norte, el sur y el este de Gaza.
Bajo el acuerdo de cese al fuego, Israel accedió a retirar sus fuerzas hasta ese límite, marcado por una línea amarilla en los mapas publicados por las FDI.
Casas, huertos y jardines arrasados
Muchos de los edificios afectados no parecían haber sufrido daños antes de su demolición, por ejemplo, en el este de Jan Yunis, alrededor de Abasan al Kabira.
Es difícil poder ser concluyente a partir de la imágen de un satélite, pero esos edificios no tenían daños evidentes en su estructura o signos reveladores como escombros cerca o cambios en su forma. Eran casas con jardínes, árboles y una pequeña huerta.

Una comparación entre imágenes satelitales de esta aérea tomada al inicio de la guerra en octubre de 2023 con las imágenes captadas cerca de la fecha del inicio del cese al fuego muestran pocos cambios en muchos edificios.
Lana Khalil solía vivir en Abasan al Kabira antes de ser desplazada cerca de al Mawasi. Ella describe su hogar como una especie de “paraíso” lleno de “granjas y vegetales”.
Ahora, como muchas otras partes de Gaza, el área ha sido reducida a escombros.
“El ejército israelí no nos ha dejado nada. Han demolido todo”, dice Lana.
Y añade que los antiguos residentes pueden escuchar el ruido de las demoliciones desde “las tiendas de campaña donde estamos en al Mawasi”.
“Nuestros corazones están rotos”, lamenta.
En otra área, cerca de al Bayuk, al este de la ciudad de Rafah, las imágenes satelitales cuentan una historia similar.
Numerosos edificios que parecían no haber sufrido daños antes del cese al fuego, ahora se ven destruidos.
Imágenes aéreas de una explosión que fueron publicadas a principios de noviembre muestran cómo se eleva una columna de polvo desde las ruinas del vecindario.
La destrucción también continúa en Ciudad de Gaza, en el barrio de Shejaiya, como también cerca del hospital Indonesio en el límite del campamento de refugiados de Jabalia.
Eitan Shamir, exjefe del Departamento de Doctrina de la Seguridad Nacional en el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel, sugiere que las acciones de las FDI no violan los puntos acordados en el cese al fuego al señalar que estos no aplican a áreas en la Franja de Gaza detrás de la Línea amerilla.
Videos verificados muestran demoliciones controladas y excavadoras que destruyen edificios después de la firma del cese al fuego. Estos edificios han sido geolocalizados y se encuentran detrás de la Línea amarilla.

Las demoliciones son “una violación del cese el fuego”
Las FDI han defendido sus acciones y un vocero ha dicho: “De acuerdo a los términos del cese al fuego, todas las infraestructuras del terror, incluyendo túneles, deben ser desmantelados en Gaza. Israel actúa en respuesta a las amenazas, violaciones y la infraestructura del terror”.
El 18 de octubre pasado, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, escribió en su cuenta de X: “Desmilitarizar Gaza mediante la destrucción de los túneles del terrorismo y de la infraestructura del terror fue una clara política de Israel en materia de seguridad”.
El punto 13 del plan de paz de Trump publicado por la Casa Blanca -lo más cercano que existe a un publicación oficial sobre lo acordado en el cese al fuego- señala que “toda infraestructura ofensiva militar o terrorista, incluyendo túneles y producción de armas, serán destruidos y no reconstruidos”.
También indican que el proceso de desmilitarización de Gaza se hará “bajo la supervisión de monitores independientes”.
“Esto es definitivamente una violación del cese al fuego”, le dice a la BBC H. A. Hellyer, experto en política de Medio Oriente del Instituto de Servicios Unidos, un think tank británico.
“Pero Washington no quiere reconocerlo como tal, insistiendo en que hay que mantener el cese al fuego, a pesar de que eso no está ocurriendo”.
Pero Shamir niega que las FDI están rompiendo el cese el fuego.
Él le explica a la BBC que, de acuerdo a sus fuentes en las FDI, su visión es la siguiente: “A Hamás se le permite hacer lo que quiera en el territorio que controla y a Israel se le permite hacer lo que quiera en el territorio que ellos controlan”.
Según sus fuentes, las FDI consideran improbable que Hamás cumpla con la segunda fase del acuerdo.
“Por lo tanto, es necesario preparar la zona para la continuación de los combates, a fin de no dejarles ninguna opción para emboscar a nuestros soldados”.
También afirma que Hamás intenta frecuentemente infiltrarse más allá de la Línea amarilla y que aún quedan largos tramos de túnel por neutralizar.

Algunos analistas, como Adil Haque, profesor de derecho en la Universidad de Rutgers, en EE.UU., señalan que Israel podría estar violando las leyes de la guerra, que prohíben la destrucción de propiedad civil por parte de una potencia ocupante.
Haque indica que las excepciones a esta regla solo pueden surgir “de operaciones militares, es decir, de combates o preparativos directos para el combate”, y argumenta que durante un alto el fuego “no es plausible que una destrucción tan significativa de propiedad civil se haya vuelto absolutamente necesaria debido a operaciones militares”.
Hugh Lovatt, investigador principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, indica que, en última instancia, las demoliciones podrían poner en peligro el plan de paz.
“El problema de las demoliciones se agravará cuanto más tiempo permanezca Israel en la zona tras la Línea amarilla”, anota.
“En última instancia, la percepción de que Israel está dilatando su retirada y buscando establecer nuevos hechos consumados sobre el terreno, como ya lo ha hecho en Cisjordania, se convertirá en una amenaza cada vez mayor para el mantenimiento del alto el fuego”, concluye.
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