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La Corte Suprema rechaza conceder la libertad al exjefe paramilitar colombiano Salvatore Mancuso

Mancuso Foto de archivo del excomandante paramilitar colombiano Salvatore Mancuso. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

La Corte Suprema de Justicia de Colombia denegó este miércoles la libertad del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien había salido de prisión en julio pasado por orden de un juez, al considerar que al ser nombrado gestor de paz por el Gobierno se buscaba otorgarle un “beneficio ilimitado” de libertad.

La Sala Penal de la Corte señaló que Mancuso, que fue comandante de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quedó en libertad “sin contraprestación ni contención alguna, pese a la ausencia de contribución real con la verdad y la reparación de las víctimas”.

“En la resolución en comento (con la que fue nombrado gestor de paz) no hay ninguna precisión acerca del tiempo o lapso de la designación, lo cual es inadmisible porque envía un mensaje equivocado a las víctimas”, explicó la Corte.

El alto tribunal agregó: “El agresor, antes que asumir los compromisos que le impone el Sistema de Justicia y Paz derivados de sus múltiples conductas, y de que pesa en su contra una medida de aseguramiento de detención preventiva que debe cumplir para anticipar el cumplimiento de la pena, obtiene una desmedida contraprestación”.

La providencia de la Corte Suprema se da a conocer un día después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, nombrara como gestores de paz a 17 antiguos jefes de las AUC, entre ellos Mancuso, acusados de crímenes de lesa humanidad, medida que ha causado una controversia en el país dada la gravedad de los delitos que se les imputan y la falta de colaboración de muchos de ellos con la justicia.

La Corte considera que no hay clara fundamentación sobre cómo la eventual intervención” de Mancuso “pueda llegar a ser determinante para contribuir con ese objetivo (de la paz)”.

El alto tribunal justifica su decisión con el hecho de que el exjefe paramilitar “ni siquiera cuenta con el respaldo de todos los grupos al margen con los que el Gobierno Nacional busca hacer la paz, ni se sabe cuál es la injerencia o ascendencia que podría tener con esas organizaciones, como así se adujo en las audiencias”.

Mancuso Fotografía de archivo del 77 de julio de 2024 del exjefe de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Salvatore Mancuso, durante una rueda de prensa en Bogotá (Colombia). EFE

Idas y venidas

La libertad condicional de Mancuso, quien está investigado en Colombia por más de 75.000 crímenes como líder de las AUC, el grupo al que más homicidios se le atribuyen durante el conflicto armado, está en disputa por varias instancias judiciales, que debaten cuál debería juzgar al exparamilitar.

Sin embargo, en julio pasado el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) informó que Mancuso recibió “la boleta de libertad” por parte de un juez de Justicia y Paz, la jurisdicción que se creó tras el desmantelamiento de las AUC en 2006.

Tras recibir la luz verde de Justicia y Paz, el Inpec remitió 31 oficios a despachos judiciales entre fiscalías, justicia ordinaria, Unidad Nacional de Lavado de Activos, justicia transicional, Derechos Humanos y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) “para la revisión de radicados que figuran en el expediente del privado de la libertad, con el objetivo de determinar o descartar medidas de aseguramiento”.

Y tras ello “emitió el concepto de viabilidad que le otorga la libertad a Salvatore Mancuso con la trazabilidad de cada una de estas autoridades”, informó entonces el Inpec en un comunicado.

Sin embargo, semanas antes la JEP denegó la libertad transitoria para Mancuso porque la competencia de ese tribunal para tomar la decisión era estudiada por la Corte Constitucional.

Mientras tanto, el Tribunal Superior de Bogotá ya había otorgado la libertad al exjefe paramilitar, uno de los más sanguinarios jefes de las desmovilizadas AUC, al levantar las 57 órdenes de captura que tenía en su contra, aunque señaló que deberá acudir a diferentes tribunales cuando sea requerido.

El excomandante paramilitar llegó a Colombia el pasado 27 de febrero para rendir cuentas ante las salas de Justicia y Paz, tras ser deportado de Estados Unidos, donde cumplió una condena de 15 años por narcotráfico.