Opinión

B20 en Brasil: el momento de América Latina para promover su productividad y posicionarse como líder global en comercio

América Latina también debe posicionarse como un corredor comercial clave. Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal socio de México y Centroamérica, el comercio con China ha crecido 28 veces entre 2000 y 2021, convirtiéndose en el mayor socio de varios países sudamericanos.

En los próximos días, la Cumbre del B20 en Brasil reunirá a líderes empresariales para debatir sobre el futuro económico global, y América Latina tiene la oportunidad de destacarse. Aunque la región no ha aprovechado plenamente tendencias como el auge del comercio internacional o la tecnología digital en los últimos 25 años, aún puede impulsar un crecimiento sostenible e inclusivo si toma decisiones estratégicas en los próximos años. Otras regiones, como el Sudeste Asiático y China, se han posicionado mejor en el escenario global, pero América Latina cuenta con activos que, bien gestionados, podrían permitirle desbloquear su verdadero potencial.

El potencial de América Latina: promover productividad e impulsar comercio

Para mantenerse competitiva en un entorno global cada vez más exigente, América Latina debe aumentar su productividad. Durante los últimos 25 años, la productividad global creció de manera notable, pasando de $7,000 a $41,000. Sin embargo, en América Latina, el avance fue mucho más lento, de $37,000 a $43,000, lo que refleja un estancamiento frente a otras regiones como China, donde el capital por hora se cuadruplicó.

¿Qué puede hacer América Latina para revertir esta tendencia? La inversión en infraestructura, la diversificación de su economía y el aumento de la inversión extranjera son aspectos esenciales. La región debe agregar valor a sus productos, exportar servicios digitales y mejorar su infraestructura para crear ciudades inteligentes y sostenibles. Asimismo, es necesario fortalecer sus instituciones, reducir la informalidad laboral y ofrecer una mejor educación para formar a la fuerza laboral del futuro.

América Latina también debe posicionarse como un corredor comercial clave. Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal socio de México y Centroamérica, el comercio con China ha crecido 28 veces entre 2000 y 2021, convirtiéndose en el mayor socio de varios países sudamericanos. Además, el nearshoring —la tendencia de trasladar la producción más cerca de los mercados principales— ofrece un potencial económico de hasta $78,000 millones, especialmente para México y el Caribe.

La promesa de América Latina: afianzarse como punta de lanza en net zero y alimentación

América Latina genera el 60% de su electricidad a partir de fuentes renovables, lo que la posiciona como un productor clave de hidrógeno verde y otros derivados de energía limpia. Además, cuenta con recursos estratégicos como el 50% de las reservas mundiales de litio, el 36% de las de cobre y el 16% de níquel. Estos materiales son esenciales para las tecnologías del futuro, incluidas las energías limpias.

Su biodiversidad es otro recurso vital. La región alberga el 50% de la biodiversidad mundial y el 23% de sus bosques, lo que la convierte en un actor esencial en la estabilidad climática global. Además, América Latina es el mayor exportador neto de alimentos a nivel mundial, lo que le otorga un rol fundamental en la seguridad alimentaria, especialmente en un contexto global afectado por el cambio climático y las disrupciones en las cadenas de suministro.

El futuro de América Latina: entorno digital y ecosistema empresarial

En las últimas dos décadas, América Latina ha experimentado un aumento significativo en la digitalización, con el uso de internet creciendo del 10% al 75%. La adopción de tecnología financiera, como los pagos digitales y móviles, ha sido notable, con un aumento del 340% entre 2017 y 2023. Sin embargo, la región aún enfrenta desafíos para traducir este avance en un mayor crecimiento de la productividad.

El ecosistema empresarial también es prometedor. La inteligencia artificial generativa, que puede agregar entre $2.6 y $4.4 billones anuales a la economía global, está emergiendo como una herramienta clave para las startups, especialmente en tecnología financiera y comercio electrónico. Brasil, con cerca de 20 unicornios tecnológicos, es líder regional y puede impulsar a otros países en este sector.

El liderazgo inspirador y la creatividad: el motor de las empresas

El sector privado tiene un rol crucial para impulsar la transformación económica de América Latina. A través de inversiones estratégicas en infraestructura y tecnología, puede mejorar la productividad y facilitar el acceso a los mercados globales. Las inversiones en infraestructura de transporte, por ejemplo, pueden aumentar el comercio regional, mientras que las inversiones en tecnología, como la inteligencia artificial y 5G, son fundamentales para desbloquear la productividad.

Asimismo, el sector privado puede liderar la innovación, creando centros de investigación y desarrollo que impulsen nuevos avances tecnológicos. Estas iniciativas no solo reducirían las brechas de infraestructura en la región, sino que también mejorarían la conectividad, clave para una mayor integración económica.

Para ello, es importante que las empresas de la región se hagan las preguntas correctas: ¿Cómo reasignar capital de manera efectiva? ¿Cómo duplicar la inversión en áreas estratégicas? ¿Cómo abandonar sistemas heredados que ya no son productivos? ¿Cómo construir resiliencia frente a la inestabilidad geopolítica? Estas son las cuestiones que definirán el futuro del sector privado en América Latina.

Las claves del momento de América Latina están al alcance

A pesar de los desafíos del pasado, América Latina está en una posición única para mostrar su verdadero potencial en la Cumbre del B20. Con sus vastos recursos naturales, su creciente digitalización y un sector empresarial dinámico, la región tiene la capacidad de convertirse en un líder global en sostenibilidad, comercio y tecnología. Ahora es el momento de que América Latina aproveche sus activos y promueva un crecimiento inclusivo y sostenible que desbloquee todo su potencial.

El futuro está al alcance, y América Latina está preparada para forjar un camino hacia un crecimiento económico más equitativo y sostenible en las próximas décadas.

La autora es Managing Partner de América Latina. McKinsey & Company.