El presidente José Raúl Mulino dijo que no sabía que se había autorizado un permiso de salida especial para que Guillermo Ferrufino y Giacomo Tamburrelli hornearan roscas navideñas, pero aún así defendió la concesión de este beneficio.
“El último que se enteró fui yo, para que no vengan a decirme que yo lo autoricé. Yo ni sabía”, dijo Mulino este jueves 26 de diciembre, en su conferencia semanal desde la Presidencia de la República.
Pero hay una discrepancia sobre dónde se hornearon las roscas navideñas, cuyo supuesto destino final era el bazar que organiza el Ministerio de Gobierno (Mingob).
Aunque el documento indica que Tamburrelli y Ferrufino tienen permiso para salir del centro penitenciario El Renacer y desplazarse hasta el restaurante Tamburrrelli, en vía Porras -propiedad del exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN)-, Mulino dijo que no, que eso no es así, que la ministra de Gobierno, Dinoska Montalvo, le contó que los dos exfuncionarios están colaborando en la cocina del centro femenino de rehabilitación, donde casualmente estaría detenida la esposa de Ferrufino.
“Hasta donde yo sé, conversado con la ministra, fue en el centro de detención femenino. Eso está permitido en la ley”, remarcó.
No obstante, la propia ministra reconoció que las roscas sí fueron preparadas en el restaurante del exdirector del PAN.
“Se realizó la confección de las roscas de Navidad en Tamburrelli de vía Porras. Eso sí es totalmente cierto”, dijo Montalvo más temprano, este jueves, en el programa que conduce el periodista Álvaro Alvarado.
La ministra ha justificado la concesión de este permiso, alegando que ambos detenidos tienen buena conducta y se han comprometido a enseñar a hornear al resto de los reclusos. No se sabe cómo impartirán sus conocimientos si están cocinando en el restaurante de Tamburrelli en vía Porras y no en la cocina de El Renacer, con sus compañeros.
Mulino también solo ve beneficios y asegura que no hay “nada pecaminoso en eso, más allá del morbo permanente con relación a ciertas personas… Tienen derecho como cualquier detenido en el país, para usar el beneficio de estos programas para conmutar pena”.
El presidente opinó que Ferrufino y Tamburrelli “son dos personas que pueden aportar en enseñar a cocinar” y recordó que cuando él estuvo detenido preventivamente en El Renacer, Ferrufino se encargaba de cocinar.
“Cuando estuvimos presos juntos, fue un chef de primer orden. Se los digo sin ningún problema. Nos cocinaba a toda la cuadra supremamente bien cuando había con qué cocinar”, contó.
El permiso a favor de Ferrufino y Tamburrelli fue concedido el 2 de diciembre pasado por la Junta Técnica de El Renacer, pese a que no habían transcurrido ni dos meses desde el ingreso de ambos al penal: Tamburrelli fue capturado el 4 de octubre pasado y Ferrufino se entregó en la sede de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) tres días después.
En el acta que autoriza el permiso de salida especial, la junta técnica precisa que el mismo fue otorgado “recibiendo instrucciones de la Dirección General del Sistema Penitenciario y a solicitud de la ministra de Gobierno”.
En el documento también se anotó que el permiso es para salir de 6:00 a.m. a 6:00 p.m., y no están autorizados para acudir “a otro lugar que no sea el acordado”. En el acta se apuntó que el permiso es para colaborar en la cocina del restaurante Tamburrelli, no en la del centro femenino de rehabilitación, como mencionó Mulino en su conferencia.
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— Alvaro Alvarado - Noticias 180 Minutos/ Sin Rodeos (@AlvaroAlvaradoC) December 26, 2024
Tampoco pueden dirigirse a sus residencias particulares, conducir un vehículo, portar armas o consumir bebidas alcohólicas o drogas.
La junta indicó que era necesario asignar custodia policial para el traslado de ambos exfuncionarios al restaurante Tamburrelli, pero en la Policía Nacional informaron que nadie les solicitó esa asistencia. Finalmente, supuestamente los dos privados recibieron el acompañamiento de custodios penitenciarios.
Guillermo Antonio Ferrufino Benítez está cumpliendo dos condenas: una de 48 meses (4 años) de prisión por corrupción de servidores públicos y otra de 72 meses (6 años) por enriquecimiento injustificado. Cumplirá la totalidad de sus condenas en octubre de 2034.
Su esposa Milena también fue condenada por enriquecimiento injustificado en la misma causa que el exministro de Desarrollo Social, dado que la pareja no pudo justificar ingresos por $2.2 millones. Ella fue capturada el 24 de octubre pasado.
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Giacomo Tamburrelli Lettieri también tiene dos condenas: una de 96 meses (8 años) y otra de 48 meses de prisión, por peculado en dos compras gestionadas con fondos del Programa de Ayuda Nacional (PAN) cuando fue su director, en la administración de Ricardo Martinelli (2009-2014).
En aquel gobierno, Mulino ejerció como ministro de Seguridad Pública.